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Las películas románticas pueden ser el tipo favorito de las personas que idealizan el amor. Dentro de lo que cabe, hay muchas razones para disfrutarlas: el triunfo del «amor verdadero», las escenas de reencuentros o despedidas en el aeropuerto, los montajes donde vemos cómo pasa el tiempo en poco segundos… También pueden no gustarte, sobre todo si tienes en cuenta de que éstas crean expectativas poco realistas en cuanto a las relaciones de pareja. Lo más alarmante es que podrían estarte vendiendo la idea de amores tóxicos como el ideal a conseguir.
¿Las comedias románticas son compatibles con la vida?
El estudio hecho por el doctor Bjarne M. Holmes de la universidad Heriot-Watt en Edimburgo (Gran Bretaña) han demostrado que las personas que aman las comedias románticas, tienden a creer en el amor a «predestinado» y las relaciones de pareja son fáciles y que no hay que trabajar en ellas. Además también hallaron que estas personas tienen mayores problemas para relacionarse.
«Las comedias románticas te dan una expectativa poco realista de lo que puede pasar en una relación porque te muestran esta situación maravillosa y perfecta de cómo dos personas se enamoran… Lo idealizan, no muestran la realidad», explica la psicóloga Diana Donoso.
«Los dramas presentan relaciones tóxicas», dice Donoso. «Muestran esta cara negativa y terrible de cómo la pareja se pelea».
Las situaciones imposibles que se dan en las películas románticas, suelen calar en el público que las mira, para darles esperanza de que encontrarán a su «pareja ideal» sin importar qué pase. En ellas, siempre uno será él/la que sea difícil de conseguir porque está en una posición de poder, porque no quiere enamorarse, es muy exigente, etcétera. Al final todos los obstáculos serán superados por el amor (al que en la vida real no siempre sucede).
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1. The Notebook
Casi todas las películas basadas en los libros de Nicolas Sparks son increíblemente cursis. Esta no es la excepción y eso hace que quienes la vieron en el cine o la leyeron obvien el hecho de que Noah (Ryan Gosling) es un abusivo, Allie (Rachel McAdams) es agresiva y los dos tienen una relación súper tóxica. Los dos suelen manipularse para estar juntos, pero como esto es ficción podemos darle estas licencias, ¿no?
Noah y Allie empiezan a salir porque el amenaza con que se matará tirándose desde lo alto de una rueda de la fortuna si ella no accede a salir con él. Luego, más adelante en la cinta se dice que pocas veces concuerdan en algo, se pelean, se golpean, se justifican mutuamente diciendo que «era solo una discusión». Esto sucede cuando la violencia se ve como algo normal porque es parte de la cotidianidad de la relación, pero que no es sano. Él llega incluso a decirle que ella es insufrible el «99% de las veces». Dato curioso, la única frase que vale la pena fue una improvisación de Ryan Gosling.
2. Love Actually
En las comedias románticas normalmente vemos al protagonista espiar y perseguir a «la chica de sus sueños» como en esta película le pasa al personaje de Juliet (Keira Knightley). Mark llega incluso a presentarse en su casa en la víspera de Navidad con una serie de carteles donde declara su amor. Esta acción y otras muchas que suceden en este tipo de cintas serían tomadas como acoso en la vida real, pero son minimizadas por las películas. Sí, las personas pueden separar la ficción de la realidad. Sin embargo, no todas lo hacen por el poder influenciador que tienen estos productos de consumo masivo. Un estudio de la Universidad de Michigan sugiere que estos films tienen un papel activo en la tolerancia al acoso.
3. Hitch
Otra película donde el acoso juega un papel importante en la historia de amor. Él es un experto en ello y lo ha vuelto negocio, pero a nadie se le prenden las alarmas porque lo hace para que la gente que «se ama» esté junta. También porque quien lo hace es Will Smith. El uso de personas atractivas también ha probado ser un factor importante en se minimice este tipo de comportamientos. Por suerte, al menos su interés romántico en la cinta le hace ver lo creepy que está siendo.
4. 50 sombras de Grey
La idea que de las relaciones dónde una joven, en este caso Anastasia Steele, llega a ser el objeto sexual de un hombre poderoso como Christian Grey resulta algo perturbante. Sí, la protagonista descubre el sadomasoquismo y nos hacen creer que al final le agrada. Siendo los dos adultos ¿qué tiene de malo? ¡El tipo allana su apartamento, la acosa y abusa de ella sexualmente! Esta película perpetua el mito de que las mujeres pueden llegar a disfrutar ser abusadas. Además de que todo gira en torno a las ridículas y arrogantes necesidades de Grey. Se plantea una dinámica en la que Anastasia «debe» cumplir sus expectativas para complacerlo, a pesar de mostrarse incómoda con ello.
5.The Proposal
No en todas las películas románticas hombres son los bully, las chicas también pueden ser unas maestras de la manipulación y la tortura como demuestra Margaret (Sandra Bullock). Ella le ordena a Andrew (Ryan Reynolds), su asistente, que se case con ella porque si no lo hace lo despedirá. Así que no solo maltrata verbalmente a su empleado, sino que también abusa de su poder como jefa. Claro, al ser una historia ficcional todo tendrá un «hermoso final feliz».
6. A Walk to Remember
Otra vez Nicolas Sparks. Aquí un chico bully termina por enamorarse de su víctima y casarse con ella después de que descubre que tiene leucemia. ¡Oh, el romance! Películas como esta muestran a protagonistas que logran cambiar al «chico malo». Te venden esa idea como un ideal femenino a conseguir logrando que, en la realidad, muchas se encuentren con amores tóxicos.
7. Crazy, stupid love
En esta comedia romántica te presentan tres parejas imposibles y más de un enredo. La primera son Carl y Emily, un matrimonio en problemas (Steve Carell y Julianne Moore); en la segunda Robbie, un preadolescente, está enamorado de Jessica, su niñera (Jonah Bobo y Analeigh Tipton); y la tercera es la de un playboy metrosexual llamado Jacob y Hanna una estudiante de leyes (Ryan Gosling y Emma Stone). Todas las situaciones son netamente absurdas.
Para recuperar su vida y su matrimonio, Carl debe convertirse en un ‘conquistador’ y acaba cosificando a las mujeres con las que se relaciona. Por otro lado, Hanna, una chica con un futuro prometedor, lo tiene todo menos un ‘el amor’ de su pareja. Luego conoce al ‘chico malo y divertido’ que cambia al conocerla. Por último, se ve en la relación imposible entre Jessica, de 17 años, y Robbie, de 12, una especie de idealización de un crimen (spoiler alert), cuando ella le entrega fotos de sí misma sin ropa a Robbie para «los años difíciles de secundaria». Esto, en la vida real podría estar dentro de la lista de crímenes sexuales.
Bonus: Star Wars II y III
Las personas usan las relaciones que ven en el cine y pueden llegar a convertirlas en la imagen mental que tiene de cómo debe verse el amor. En las películas de Star Wars II y III, que no son películas románticas, pero que sí contienen una historia de amor, también podemos ver cómo Anakin Skywalker se va volviendo cada vez más abusivo con Padmé Admidala. Si bien esto se justifica con la caída del joven jedi hacia el lado oscuro, una mirada más cercana puede revelarte que no. Ya estaba ahí desde su reencuentro.
La forma en del maltrato de Anakin hacia Padmé va escalando hace de estas películas el ejemplo perfecto de cómo van cambiando los abusivos «evolucionan» con el tiempo hasta el punto de la violencia física. Las reacciones de la senadora galáctica son las de una mujer que no se da cuenta que está siendo violentada (forma en la que esta y otras cintas nos venden estos comportamientos como normales).
«Lo que hacen las películas románticas es que muestran esta idea errónea de cómo debe ser amor, en la cual se hace que la mujer se sienta atraída por el ‘chico malo’. Malo no en el sentido que abusa de ella, sino malo como inestable, que tiene conflictos, que no se quiere comprometer y cosas por el estilo», explica la psicóloga Diana Donoso.
«Ponen como ideal a este hombre conflictivo y le dan un rol a la mujer, unas pautas de cómo se tiene que comportar en una relación amorosa. En este caso, ella tiene que cambiar al hombre», continúa Donoso.
«Lo vemos en las relaciones fuera de pantalla, siempre hay una mujer que se enamora de un hombre y dice ‘es que esto no me gusta’ y hace lo posible por cambiarlo», añade.