Compartir
Los padres que luchan para que sus hijos coman frutas y verduras al fin tendrán una respuesta -al menos parcial- sobre cómo lograr que estos alimentos saludables sean aceptados pos sus pequeños. Un reciente estudio que se publicará Journal of Preventive Medicine (Diario de Medicina Preventiva, en inglés) encontró que los momentos de esparcimiento previos al almuerzo pueden ser la clave.
Los investigadores sondearon siete escuelas donde los niños de primero a sexto grado atienden. Tres de las escuelas cambiaron el recreo de después a antes de la comida, mientras que cuatro escuelas similares se utilizaron para controles y se mantuvieron el recreo después del almuerzo. Los datos se recogieron por más de dos semanas en cada una de las escuelas para determinar el promedio de frutas y vegetales ingeridas y cuantos alimentos se desperdiciaron mucho por los estudiantes.
Los resultados fueron bastante alentadores: mover el recreo antes del almuerzo dio un mayor consumo de frutas y vegetales de “0,16 porciones por niño”, que podrían parecer pequeñas, pero representa un aumento del 54%, que una cifra alta. El recreo pre-almuerzo también aumentó el número de niños que comen al menos una porción de frutas o verduras por 10% puntos. Otro efecto beneficioso de este simple cambio fue la dramática reducción de la comida desperdiciada, en un 40%.
Mover el recreo antes del almuerzo dio un mayor consumo de frutas y vegetales
A muchos niños probablemente no les gusta verduras tanto como otras cosas en sus comidas, por lo que si no están realmente hambrientos, puede ser que simplemente no las ingieran. Esa es la ventaja de trabajar el apetito antes de comer el almuerzo; todo es más delicioso y atractivo cuando estás más hambre.
FUENTE: TREE HUGGER | TRADUCCIÓN: POSITIVA