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La innovación no deja de sorprender a Guayaquil, pues además de contar con 2600 buses monitoreados por GPS, pronto llegarán 20 buses 100% eléctricos, lo cual la convertirá en la segunda ciudad en Latinoamérica y la primera en Ecuador, en incorporar este tipo de tecnología a la transportación pública.
Shenzen, China es la primera ciudad del mundo cuya flota de buses del transporte público funciona por completo con energía eléctrica. De hecho, el fabricante BYD estima que en el mundo hay 325 mil unidades eléctricas y el 91% de ellas está en China.
La ciudad oriental ha marcado el ejemplo para que poco a poco ciudades como Santiago de Chile, Guayaquil, Cali, se sumen a tener una flota de buses eléctricos.
Iniciativa coordinada entre autoridad local y empresa privada
Sin embargo, el caso guayaquileño llama mucho la atención, pues siendo Santiago de Chile la primera ciudad latinoamericana en incorporar esta tecnología, habría que recalcar que dicha inversión es provista enteramente por el gobierno chileno, mientras que los 20 buses que circularán en Guayaquil -tentativamente a partir de marzo-, han sido financiados por la Cooperativa Saucinc gracias al crédito concedido por la Corporación Financiera Nacional (CFN). Es decir, son los transportistas los primeros interesados en convertir a Guayaquil en una ciudad de hitos. Ambos países financiaron la inversión de estos buses con el mismo fabricante: BYD.
A través de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) es que se fortalecieron las reuniones ente BYD y la Compañía de Transporte Saucinc S.A. para avanzar en la adquisición y coordinación de los automotores eléctricos. Además, la institución firmó un convenio de comodato para la futura construcción de la primera electrolinera de Guayaquil y el país.
Guayaquil marcará un antes y un después en movilidad urbana. Los 20 buses eléctricos, climatizados no emitirán gases tóxicos al medio ambiente. Ello no solo contribuye con brindar un servicio eficiente y cómodo para el 70% de los ciudadanos que utiliza este medio de transportación, sino que la adopción de esta tecnología implicará tener buses más silenciosos por las calles de la ciudad y menos contaminantes debido a la reducción del CO2.
Según un estudio de ONU Medio Ambiente y la Federación Internacional del Automóvil (FIA Región IV), “si la flota actual de buses y taxis de 22 ciudades latinoamericanas fuera reemplazada desde ya por vehículos eléctricos, se ahorraría para 2030 casi US$64.000 millones en combustible y se reducirían 300 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono”.
Esta iniciativa, sin duda, coloca a Guayaquil al mismo nivel de las ciudades ícono que representan desarrollo, innovación y vanguardia en la gestión de la transportación pública.