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Hoy es lunes y es probable que al despertar haya pasado por tu cabeza la idea de utilizar alguna de las excusas de tu repertorio para evitar ir a estudiar o a trabajar. Tranquilo, no eres un vago, es algo que a muchos nos sucede y más al iniciar una nueva semana.
Hay excusas de todo tipo: reales, originales, creativas, insólitas, estúpidas y muy estúpidas. Existen quienes han desarrollado una especie de habilidad para inventarlas.
Además de los lunes, debemos considerar también al viernes como un día de alto ausentismo laboral en gran parte del mundo.
Como imaginarás, las enfermedades son las excusas más recurrentes para faltar a la oficina, siendo la gripe la principal causante de esas faltas. Le siguen los problemas estomacales y en tercer lugar la muerte de algún familiar.
El sitio especializado en empleo, www.elempleo.com, se tomó el trabajo de recopilar las 10 excusas más ridículas que un trabajador dijo a su jefe para ausentarse. El resultado no tiene desperdicio:
UNO
Un trabajador argumentó que no fue a la oficina porque un búfalo se escapó de la reserva forestal y se mantuvo cerca de su auto. Cada vez que intentaba subir al coche, el búfalo le impedía.
DOS
Otro faltó a su trabajo fingiendo una ruptura en una de sus piernas; alegó que se había fracturado jugando fútbol y simuló durante tres semanas con un yeso falso para mantener su mentira.
TRES
El empleado de una empresa no pudo presentarse a trabajar porque un zorrino entró a su casa y roció todos sus uniformes.
CUATRO
Un trabajador se excusó de ir porque dijo que tenía hemorroides y no se podía sentar en su puesto de trajo. Sin embargo, esa noche su jefe se lo encontró en un reconocido bar cómodamente sentado en una silla de madera.
CINCO
Otro empleado faltó a su trabajo porque se encontraba en duelo por la muerte de su canario, a quien quería mucho y estaba muy triste para ir a trabajar.
SEIS
No asistió a su trabajo alegando que había viajado el fin de semana y que, cuando volvía de su paseo, hubo un derrumbe que le impidió ir a trabajar al siguiente día.
SIETE
Llamó a su superior y le pidió permiso para faltar a su empleo porque una vez más se había muerto un familiar. Cuando el jefe le preguntó si ya no se le habían fallecido todas sus tías, el empleado respondió: “no, esas eran otras tías diferentes; esta es como una amiga política, pero yo le digo tía”.
OCHO
Otro trabajador faltó porque un tubo de agua misteriosamente se rompió instantes antes que saliera para la oficina.
NUEVE
La esposa de un empleado llamó al jefe de su cónyuge para decirle que su marido no podía ir a trabajar porque tenía muchas tareas domésticas por realizar.
DIEZ
Un funcionario no pudo ir al trabajo porque dijo que la policía se lo había llevado la noche anterior a la cárcel y le tocó amanecer en un calabozo, estuvo incomunicado y, por ende, no pudo avisar que iba a faltar.