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Las fundas plásticas fueron una solución que parecía genial para ahorrar costos al momento de transportar cosas a diario, sacar la basura, etc. Pero han llegado a su caducidad, precisamente por su demora en biodegradarse, resulta insostenible seguir desechándolas pues el planeta sufre las consecuencias. Especialmente las especies marinas, que han visto en el plástico uno de sus mayores enemigos (el 90% va a parar a vertederos o en el mar). De allí que recientemente Chile se haya sumado a la prohibición de usar fundas de plástico o en Guayaquil (Ecuador) estén viendo alternativas.
«¿Qué hacer con el plástico que desechamos en las casas?»
Es una tendencia mundial. En los países de la Unión Europea se han comprometido a reducir en un 80% el uso de bolsas de plástico para el 2025. Distintas tácticas como hacer comprar las bolsas plásticas o ponerle impuestos se van dando.
En Ecuador, el cabildo guayaquileño liderado por Jaime Nebot ha puesto en debate una ordenanza que regula la entrega de insumos plásticos de un solo uso (fundas, sorbetes, vasos, etc) en comercios, como forma de regularlos inicialmente, para finalmente prohibirlos, dada la contaminación que provocan pues son desechos en su mayoría no biodegradables. Se estima poner plazos para que los comercios tengan tiempo de hallar otras formas para reemplazar sus usos del plástico pues “es más fácil cambiar las facilidades al comer que comerse el planeta”, enfatiza el alcalde Nebot.
«Mira cómo una isla turística asfalta sus calles con plástico reciclado»
Volviendo a Chile, por ejemplo, se ha estipulado que desde el viernes 3 de agosto entre en rigor un decreto del Presidente Piñera que indica que durante los siguientes seis meses las grandes tiendas (supermercados, farmacias y entre otras) podrán entregar un «máximo de dos bolsas plásticas de comercio a los consumidores, por cada compra que realicen». De ahí la prohibición será total, mientras que en los almacenes pequeños o de barrios esto entrará en vigor en dos años más a partir del decreto.
Según la ONU, se consumen alrededor de 5 billones de bolsas de plástico en el mundo al año, la mayoría hechas de polietileno, esto significa que alrededor de 13 millones de toneladas de plásticos llegan al mar.
De allí que es significativo señalar que África es el continente que ha generado mayor adhesión a la iniciativa de prohibir o regular las fundas plásticas, pues es duramente penado en duramente penado en Ruanda, Uganda, Gabón, Kenia o Etiopia, mientras que en otros como Tanzania, Sudáfrica, Marruecos, Bostwana, Chad, la RDC, Ghana, Togo, Congo y Eritrea se prohíbe la circulación de bolsas de plástico finas y por tanto menos reutilizables. Por su parte en Mauritania, Malí, Burkina Faso, Argelia y Costa de Marfil hay distintas regulaciones.
En países americanos tenemos a Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice y Costa Rica y algunas ciudades como Buenos Aires que implementan un lucha contra el consumo de bolsas plásticas. Mientras que en Europa Francia prohíbe desde el 2015 la venta o entrega de bolsas plásticas que no sean biodegradables. Mientras que en Irlanda se ha optado por un impuesto de 20% sobre el precio de las compras a aquellos clientes que vayan a usar bolsas de plástico. Con eso consiguieron reducir en un 90% su uso.
«¿Son los gusanos la respuesta para destruir el plástico desechado?»
Por su parte en Estados Unidos hay estados y territorios asociados (Alaska, Samoa Americana, California, Colorado, Conneticut, Hawaii, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nuevo Mexico, Nueva York, Carolina del Norte, Oregon, Rhode Island, Puerto Rico, Texas, Washington) donde está regulado, similar ocurre en Australia donde está prohibida la entrega de bolsas plásticas en casi todo su territorio.