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No muchas personas se plantean los beneficios que los juegos recreativos pueden tener en la dinámica familiar. Jugar en familia tiene afecta positivamente a los padres, que se pueden relajar después de un largo día de trabajo. Los beneficios de los juegos son mayores hijos que, al ser niños, se sienten más apreciados por sus progenitores y aprenden sobre sí mismos, su entorno y los comportamientos sociales propios de su cultura.
Los padres pueden encontrar esta actividad desafiante, pues con la edad, se va perdiendo el gusto por los juegos recreativos porque las obligaciones toman cada vez más tiempo de la vida cotidiana, pero ello no significa que no se pueda redescubrir la diversión que representa jugar.
“Adoro jugar con mi hijo Thommy porque veo que cuando lo hago él es muy feliz. Lo que más nos gusta es hacer ‘fuertes’ con almohadas”, dice Jaime Andrés Portaluppi, 25 años, cuyo hijo tiene dos años.
Jugar en familia refuerza los vínculos entre sus miembros porque al jugar debes reaprender a pensar como un niño y aquello crea empatía y comprensión entre los niños y sus padres. Al participar de los juegos recreativos de tus hijos estás dejando que ellos te muestren como se sienten y, a su vez, estás enseñándole a estar conectado con sus emociones y a controlarlas.
“Creo que jugar con mis hijos creó una confianza que transcendió su niñez. Solíamos jugar mucho, pero a juegos tranquilos: a acampar, a las cartas y esas cosas. Ellos ahora están grandes, pero hay una conexión especial entre nosotros”, dice Alfredo Benítez, de 58 años, cuyos hijos tienen entre 31 y 25 años.
Por su parte, Enrique Druet, de 50 años, vive los juegos infantiles de manera distinta. “Tengo hijos mayores de un matrimonio anterior con los que jugaba a las luchas y lo hago también con mi nieto de 7 años, pero con mi hija de 4 años es más difícil. Ella solo me busca para jugar con los videojuegos de Internet que no sé usar bien”.
Si no sabes qué juegos recreativos puedes jugar con tus hijos, relájate que ellos siempre tienen ideas, deja que dirijan el juego. De igual manera te recomendamos 6 juegos recreativos que puedes usar:
Lanzar la pelota
Jugar a lanzar la pelota promueve la coordinación motriz general y la de mano-ojo en particular, además, crea un conexión profunda entre los jugadores. Recuerda hacer comentarios positivos como «tú puedes» o «muy bien» mientras juegan.
Lucha Libre
Juega a la lucha libre con tus hijos. Puedes enseñarle posiciones de lucha, si las sabes, o solo divertirte tirándote al piso (busca una superficie suave y aleja los objetos que les puedan hacer daño). Este es uno de esos juegos recreativos que promueve la confianza en uno mismo y entre los participantes y también crea proximidad.
Imaginación
Si a tus hijos lo que les va son las aventuras, al más puro estilo de los piratas, no entres en pánico. Sabemos que te cuesta creer que el armario es ahora una cueva profunda y oscura o que el cucharón de la sopa es la mejor espada del mundo. Lo que tienes que hacer en estos casos es ser una extensión de su imaginación… Si te cuesta jugar a ser un superhéroe, involúcrate activamente en la creación de los disfraces.
Crea historias
Puedes contarle un cuento conocido y preguntarle a tu hijo cómo le habría gustado que termine o utilizar frases incompletas para ir creando una historia: «Había una vez un niño que…»
Armar algo
Siéntate con tu hijo en la sala de la casa y creen una fortaleza de almohadas, una carpa o estructuras con bloques.
Ahora ya conoces cinco juegos recreativos para disfrutar con tu familia y sabes que estos los harán estar más unidos. No esperes más para vivir las aventuras que solo tu familia puede crear e imaginar: descubran un tesoro perdido, construyan un castillo de almohadas, visiten el espacio exterior en la sala, hagan títeres con medias… Todo lo que quieras hacer para pasar más tiempo divirtiéndote con tu familia es válido. ¡Empieza a jugar!