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Lamentablemente, hoy día existen muchos métodos implementados que son usados por “moda” y no realmente por convicción, sobre todo, cuando hablamos de métodos alimenticios.
Sea o no por seguir un patrón, debemos estar educados al respecto, pues cualquier producto que ingiramos, podría repercutir negativamente en nuestro cuerpo y, por ende, en nuestra salud.
Como parte de esa moda, la industria alimenticia busca apegarse de una manera bastante significativa.
¿Por qué? Debido a que su objetivo es buscar vender productos a los cuales las personas estén demostrando un mayor interés y, al mismo tiempo, llevar la ventaja ante la competencia.
Pero, ¿Está la industria realmente abocada a cumplir nuestras necesidades reales?
Creemos que no, por lo cual siempre será recomendable a que optemos por alimentos frescos y reales, alimentos que le aporten a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para llevar un mejor estilo de vida.
¡TE EXPLICAMOS UN POCO!
Cuando queremos llevar una dieta basada en alimentos de verdad, alimentos verdes, alimentos no tan procesados o alimentos de no origen animal, nos hace pensar firmemente que cualquier alimento que veamos en el supermercado etiquetado como vegano, vegetariano o, incluso light, es un producto «saludable«.
La verdad de esto, es que no, no es así.
Todas las etiquetas buscan la manera a través de sus herramientas de mercadeo, promocionar sus productos de la mejor manera posible para que el comprador target, tenga un enganche y proceda a comprarlo.
La alimentación saludable ha tenido un alza increíble en los últimos años. Cada vez más son las personas enfocadas en comer sano, mantenerse activos y tener un cuerpo perfecto.
La industria alimenticia lo sabe y por supuesto, buscarán sacar provecho de eso, pues lo único que les interesa ¡ES VENDER!
Por ejemplo, está el caso de la margarina y la mantequilla clarificada o ghee:
La margarina nació como la alternativa vegetal a la mantequilla, por lo que es probable que la mayoría de las versiones que encuentras en el mercado se consideren “veganas”. Pero, ¿son sanas? No, no lo son.
Sus grasas vegetales no son las mejores valoradas, pues son altamente procesadas e hidrogenadas. Por ejemplo, grasas de maíz, palma, girasol. ¡TODAS ELLAS REFINADAS!
Por otro lado, están las golosinas:
Sus empresas tampoco han mostrado un verdadero interés en crear productos de calidad que se adecuen a las necesidades del consumidor.
Éstas siguen siendo puros azúcares disfrazados de otros elementos, solo que con una gran etiqueta que los vende por ser “sugar free”, o en este caso, «vegan«.
Uno de los alimentos que sí ha tenido un incremento en sus ventas y que cada vez nos ofrecen más variedad en los diferentes anaqueles, son las bebidas vegetales, o como muchos les decimos por costumbre “leche”.
Estos sustitutos a los lácteos han sido una verdadera maravilla para que aquellos vegetarianos, veganos y personas que buscan consumir productos más saludables.
Incluso, por motivos de salud, ya que funcionan para las personas que son intolerantes a la lactosa.
Enrique García, quien es portavoz de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), explica sobre el origen de los alimentos que compramos:
“La ley no es clara. Dice que inducir a error al consumidor es publicidad a engañosa, pero a la vez permite que se ponga un logo que dé al cliente una orientación sobre el origen de un producto que no es real”.
Por tal motivo, es fundamental saber qué alimentos estamos escogiendo para consumir, porque al final de todo, somos nosotros los que tomamos la última decisión al acceder a comprarlos.
¡ESTABLECER LAS DIFERENCIAS ENTRE PRODUCTOS VEGANOS Y VEGETARIANOS ES VITAL!
En la Unión Europea no hay una definición legal para los términos “vegetariano” y “vegano”.
En el año 2011, la norma que se encarga de regular qué información alimentaria tiene que estar disponible para los consumidores, preveía que era necesario establecer alguna fórmula legal.
Esto, para informar sobre si un alimento es apto para que lo consuman las personas que rechazan los productos de origen animal.
Sin embargo, 10 años después, estas menciones siguen sin estar reguladas.
Por lo tanto, la European Vegetarian Union (EVU) y la Food Drink Europe, que representa a la industria alimentaria europea, han hecho una declaración conjunta solicitando su regulación.
Tal parece que, establecer legalmente qué producto es vegano o vegetariano no lo toman tan en serio como se debería.
Esto es realmente delicado, pues para una persona que es vegana por convicción, puede caer en comprar un producto que contenga ingredientes que sí provengan de animales, sin que la etiqueta nutricional lo informe.
Por ejemplo, la vitamina D de lanolina de oveja o de pescado:
Se pudieron haber usado materias animales durante la elaboración, como claras de huevo o gelatina procedente de huesos y tendones, para mejorar la estabilidad de vinos o cervezas.
Su empleo en cualquier parte del proceso lo descarta como alimento vegano o vegetariano, aunque el ingrediente no esté presente en el producto final.
EN CONCLUSIÓN…
Los productos con sello vegano no son más que opciones en las cuales se encuentra certificado que no contienen ingredientes animales.
No obstante, esto no significa en ningún caso que se trate de opciones saludables o que, de verdad, no posean algún tipo de elemento que provengan de animal.
¡TU SALUD ES LO MÁS IMPORTANTE!
La alimentación vegetariana o vegana sí es una opción que puede ser saludable, ÚNICAMENTE si ésta está bien planteada y diseñada.
Es importante que la persona esté clara y totalmente consiente de que solo porque un producto anuncie en su etiqueta que es “apto para veganos” y que tenga un empaque con unos colores y un diseño que lo hagan parecer “saludable” no significa que lo sea.
Asimismo, aunque los productos vegetarianos suelen considerarse directamente como alimentos saludables, no siempre lo son, y es importante saber distinguirlo.
Las dietas totalmente veganas o vegetarianas, bien planificadas, son saludables y pueden proporcionar infinitos beneficios para nuestra salud.
Sin embargo, en líneas generales y desde el punto de vista nutricional, este tipo de dietas puede ser tan insana como una dieta omnívora.
Es más, cualquier dieta mal planteada puede ser un peligro para la salud.
Lo importante, a fin de cuentas, es que la dieta que escojamos para nuestro día a día, nos aporte todos los nutrientes que necesitamos.
Por esta razón, no olvidemos que la base alimenticia de una comida realmente saludable deben ser siempre las frutas, verduras, alimentos de carbohidratos complejos, bajos en azúcar, entre otros.
Lo fundamental es tener en cuenta el etiquetado de los productos. Términos como healthy, vegan, con frutas, naturales, etc. no deberían confundirnos.
Así, los productos que reflejan el sello de la V-Label nos garantizan siempre que se hayan cumplido en su producción los estándares veganos y vegetarianos que se exigen.
Aunque esto no implica que tengan que ser más saludables, pues muchos de ellos pueden ser ultraprocesados.
La etiqueta, de lo único que nos informa, es del origen de los productos, pero no de su tratamiento.
Por tanto, puede ser igual de insano un pan industrializado vegano a uno que no lo sea.
De hecho, en algunas ocasiones, puede ser incluso peor, pues estos productos no contienen huevo (un ingrediente excluido de la dieta vegana) y ha podido ser sustituido por ingredientes ricos en grasas malas.
ESPERAMOS QUE NUESTRA INFORMACIÓN SEA DE GRAN AYUDA PARA TI.