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Algunas personas ni siquiera tienen idea de dónde está la India. Posiblemente han escuchado de su gastronomía o tienen alguna referencia por aquella película de hace años. Sin embargo, pocos saben que mucha de la ropa que usamos a diario viene de ese lugar que desconocemos… Hasta hoy.
La India es un país de contradicciones. En 2017 se la declaró como la tercera economía más grande del mundo, y al mismo tiempo una con los más altos niveles de pobreza, analfabetismo y desnutrición. Paisajes naturales como los de la exótica Nueva Delhi, conviven con la contaminación y condiciones insalubres en la que viven muchos de sus pobladores. ¿Cómo puede ser esto posible?
Este es el país donde se han registrado más de 59mil suicidios en los últimos 30 años, según un estudio de la Universidad de California. Aunque, en el documental The True Cost (2015) se habla de más de 100mil. ¿Qué nos dicen estos alarmantes datos?
¿Cuál es nuestra responsabilidad en todo esto?
Los problemas sociales de la India son varios, pero éstos quizás puedan resumirse en la pobreza extrema en la que vive un alto porcentaje de la población. Condición que no es atendida ni por sus gobernantes y tampoco por las empresas que contratan su mano de obra ahí.
Entre ellas, hay empresas multinacionales millonarias que trabajan para la industria de la moda. Industria que produce aproximadamente 3 billones de dólares anuales en todo el mundo. Si queremos nombrar marcas específicas: Zara, H&M, Gap, Forever 21, Mango, Uniqlo, son algunas de ellas. Todas buscan mano de obra barata en países como China, Bangladés o la India.
Por ejemplo, en el documental The True Cost, se menciona que en Bangladés un trabajador en una fábrica textil gana $2 diarios. Si trabaja los 7 días de la semana serían $60 mensuales. Lo cual es aproximadamente lo que pagamos por uno o dos pantalones en cualquiera de estas marcas. ¿Ahora entiendes por qué nos compete?
Cambio climático y responsabilidad social
Según Kathleen Maclay los suicidios de agricultores se registran a diario. Aunque en realidad no podemos tener datos exactos, debido a que en India hasta 2014 el suicidio era considerado según la ley como un crimen. El cambio climático, que trae como consecuencia, la caída de todos los cultivos, sería una de las razones por las que muchos agricultores deciden quitarse la vida.
Además, hay que agregar el injusto trato que reciben. En Punyab, estado de la India, se encuentran la mayor parte de cultivos de algodón, materia prima necesaria para la elaboración de la ropa. Monsanto, conocida como la empresa líder en semillas y químicos de innovación agrícola, introdujo una nueva forma de hacer negocios. Ahora los agricultores se ven obligados a pagar por las semillas de Monsanto un 17.000% más de lo acostumbrado.
El ciclo es básico: Los agricultores se endeudan con Monsanto para poder seguir produciendo, Monsanto les dice que como deben dinero que no pueden pagar les quitarán sus tierras, entonces el agricultor decide tomarse una botella de pesticida. Según The True Cost, cada 30 minutos un agricultor decide suicidarse.
Además, aunque Monsanto promete que no caerán plagas con el uso de sus semillas, ocurre. Entonces el agricultor tiene que comprar pesticidas de la misma marca, los cuales no solo dañan la tierra sino también a ellos mismos y a las comunidades de alrededor. Niños que nacen con discapacidades físicas y mentales, personas que contraen cáncer y otros problemas de salud, son el día a día de estas personas. Por supuesto, Monsanto rechaza estos datos.
Aquí una propaganda de cómo Monsanto «trabaja» junto a agricultores en la India para un crecimiento conjunto de la economía.
https://www.youtube.com/watch?v=tYhE1xcVFpA&list=PLpdE5MN_yg6hEs1bJ-XBArGv0M3yUvFlb
¿Qué podemos hacer frente a esto?
Si bien es desalentador conocer estos datos, nuestras acciones pueden permitir que se vayan abriendo nuevas formas de mercado justo y sustentable. La industria fast- fashion que maneja los precios más bajos, intenta convencernos de que necesitamos más de lo que ya tenemos. Sin embargo, ¡claro que tenemos opciones!
- Puedes empezar por depurar tu clóset. No es un secreto que tengamos ropa que nunca usamos. Puedes regalarla o venderla.
- Necesitas una lista de lugares donde vendan ropa usada, y también una lista de marcas independientes de las cuales puedas conocer cómo es su fabricación.
- Coméntale a tus amigas, así cuando ellas quieran deshacerse de algo te llamarán.
- Finalmente, evita los centros comerciales. Con el tiempo podrás pasar frente a Bershka y ni siquiera regresar a ver.
Recomendación: Miren The True Cost, pueden encontrarlo en Netflix.
Entonces, no hay duda de que los problemas sociales de la India, y de otros países, son también nuestra responsabilidad.
FUENTES: UC BERKELEY, THE TRUE COST DOCUMENTARY.