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¡Claro que sí! Puede que me apunten en señal de buena onda, pero la culpa puede más con nosotros. Es por eso que queremos eliminarla por todos los medios. Personalmente, y tengo que aclarar que este post es algo muy mío y puede que tú lector no estés de acuerdo conmigo, creo que la culpa es lo que no nos permite ser libres. La cuestión está en qué significará esa palabra: libertad. No creo que sea tener la capacidad de hacer lo que se me da la gana porque entonces no sé cómo me defendería ante un asesino (que le da la gana de asesinar, por supuesto). ¿Debo concluir que la libertad entonces tiene límites? Eso se los dejo a ustedes, no estoy aquí para contestar esa pregunta, además de que ya muchos filósofos y pensadores han querido hacerlo.
« ¿Qué hace que una madre mate a sus hijos? »
Pero entonces, nos libramos de la culpa y somos libres (digamos que esto sea así en la práctica). Ponemos estados que declaran nuestra libertad y la del mundo, buenas vibras y amor para todos porque libremente he decidido amar. Pero, aparece en el mapa alguien que libremente ha decidido lo contrario. En seguida vemos que algo no cuadra, porque todo es relativo hasta el momento en que te llega la noticia de que violaron y mataron a veinte niños en un orfanato. ¿Por qué alguien haría algo así? ¿Qué es lo que motiva a una persona a realizar un acto tan inhumano? Bueno, no tengo idea. Lo que sí pienso es que Foucault se reiría de nosotros si le decimos que nos creemos libres.
Mas, si no somos libres ¿somos esclavos, culpables de algo? ¿O somos responsables? Ser culpables y ser responsables son dos cosas muy diferentes. La culpabilidad es un señalamiento tajante que lo hace el otro, mientras que la responsabilidad tiene que ver con cómo tú te asumas a ti mismo frente a la condición humana. De manera que, puede que no seamos culpables directos de una situación, pero sí podemos asumir una responsabilidad compartida con el mundo. Esto no justifica la acción de un agresor, ¡claro que no! Y peor aún, si la agresión es contra nosotros mismos, las leyes deben hacerse valer en cualquier caso.
[easy-tweet tweet=» La culpabilidad es un señalamiento tajante que lo hace el otro. La responsabilidad tiene que ver con cómo tú te asumas a ti mismo frente a la condición humana.»]
¿A dónde voy con toda esta palabrería?
Este tema surgió cuando hace unos meses fue noticia un joven de la Universidad de Stanford que borracho, violó a una joven inconsciente (borracha por voluntad propia, no inducida, cabe aclarar). Muy aparte de que la ley no se aplicó justamente (lo cual me causa impotencia), me llamó la atención la joven que no podía dar más declaración que lo que el doctor había determinado. Ella no podía recordar nada del suceso. ¿Acaso ella era culpable? No lo creo. ¿Tenía una cuota de responsabilidad? Como todos, sí. (Ay, ya me metí en problemas) Pues sí, para muchos esto puede ser un bombardeo directo hacia las bases, ideas y consignas del pensamiento posmoderno.
Puede que el caso de violación te jale de los pelos querido lector. Por eso, quiero dar otro ejemplo.
Te dicen que el barrio Pepito Suárez es peligroso, aún así tú quieres ir… Entonces lo haces y te terminan robando (como lo habían pronosticado). Al final, no te importa. Hiciste lo que querías y aceptas lo que te pasó porque era parte del riesgo y la responsabilidad que habías tomado.
Sí, que te roben no debería ser lo ideal, ni deberíamos tener que dormir en un hotel con un gas pimienta bajo la almohada ¡eso no debería ser de esa forma! Pero, lamentablemente, lo es. Y no sé si tú creas que puedas cambiarlo… Dime pesimista porque yo no lo creo.
¿Qué es lo que quiero?
Ningún hombre es una isla,
entera en sí,
Cada hombre es pieza de continente,
parte del total.
Si el villano es arrastrado por el mar,
Europa se reduce.
Cual si fuera promontorio,
cual si fuera coro de amigos,
o fuera propia:
Toda muerte me disminuye,
pues estoy con la humanidad
Así no pidas saber por quién dobla la campana;
dobla por ti.