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Cuántas veces, cuando eras colegial, recostaste tu cabeza sobre el escritorio y gritaste mentalmente: ¡No más tareas, por favor! Pues puede que sea tarde para ti, pero las generaciones que vienen podrían gozar de menos tareas escolares y más tiempo para hacer otras actividades luego del colegio. Ya la OMS ha alertado sobre la presión que sufren los alumnos de escuelas y colegios en Europa.
En una comuna de Santiago de Chile, desde el 2014 habrían experimentado enviar menos tareas escolares o incluso no enviar deberes y al parecer los resultados han sido óptimos. Tanto así que el Ministerio de Educación de Chile ha enviado una circular a sus 18 mil centros educativos, recomendando no enviar tareas los fines de semana.
«Es relevante que el docente priorice las experiencias de aprendizaje dentro del aula», dice la circular.
Menos tareas escolares bajó tasa de deserción
Un caso exitoso es el de 14 establecimientos municipales de educación básica de la Comuna de Estación Central en Santiago. Ellos se se acogieron a la medida de no enviar tareas escolares desde el 2014. Dos años después, disminuyó la deserción escolar y el promedio de niños que repetía año, que era el 4% y ahora es del 0,3%. Se descubrió que cuando había mucha tarea, el 80% eran los padres quienes terminaban haciéndola. Esto provocaba mucho estrés, tensión entre padres e hijos y cansancio, pues llegar de trabajar y ocuparse además de las tareas de los niños resultaba abrumador.
Por supuesto esta medida estuvo complementada con programas de lectura y escritura comprensiva. Esto ayudó a mejorar los niveles de entendimiento en un 50%.
En EE.UU. también crece la tendencia
Mark Trifilio, director de la escuela Orchard de South Burlington-Vermont, comentaba que en esta última década había visto una ansiedad excesiva entre sus alumnos. Este año decidieron basarse en el libro «The Homework Myth» (El mito de las tareas), de Alfie Kohn. «Creemos que (con las tareas) sofocamos sus otras pasiones y su interés en aprender», enfatiza Mark Trifilio.
«Las tareas podrían ser el mayor extintor de curiosidad jamás inventado».
– Alfie Kohn
Voces contrarias
Para el sicólogo y profesor de neurología de la Universidad de Duke, la solución no es eliminar la tarea, sino dosificarla. Una guía para muchas escuelas es de 10 minutos de tareas por grado. Así, serían 10 minutos en primer grado, 20 minutos en segundo grado y así sucesivamente.
Asimismo un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, con más de 5.600 alumnos de tercero de primaria en Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Panamá, Perú y Venezuela, determinó que sí mejora el rendimiento escolar enviar tareas, especialmente si son personalizadas. Además observaron que un 25.2% de docentes preferirían no enviar tareas.