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«Me gusta el café amargo» es una frase usualmente dicha con mucha pasión… pues un estudio señala que quienes disfrutan esos sabores son más propensos a tener conductas psicopáticas y antisociales. La investigación fue realizada por la Universidad de Innsbruck de Austria y firmada por los psicólogos Christina Sagioglou y Tobias Greitemeyer. Pero aquella conclusión no es solo para el café pasado o negro, sino también para bebidas de fuerte sabor amargo como el agua tónica, la cerveza e incluso los rábanos.
Aquellos que disfrutaron de sabores amargos más que sabores dulces eran más propensos a exhibir signos de maquiavelismo, la psicopatía, el narcisismo, y el sadismo todos los días.
Si bien es solo un estudio que analizó las preferencias gustativas de 500 personas, no deja de ser interesante. Fue publicado por la revista Appetite. Cabe resaltar que el estudio tuvo la dificultad de que resulta muy subjetivo saber qué es sabor amargo para todos los participantes. Es decir, cada persona que dice «me gusta el café amargo», podría estar definiendo un sabor muy distinto.
¿Qué se preguntó en la investigación?
Durante la investigación, los involucrados tenían que puntuar en una escala de seis puntos lo mucho que disfrutan los alimentos y bebidas que son dulces, agrios, salados o amargos. Estos resultados fueron comparados con los obtenidos a partir de cuatro tipos diferentes de pruebas de personalidad, que los participantes también se realizaron donde se les determinó sus rasgos específicos.
Una de las pruebas de personalidad miró a su propensión a la agresión, pidiéndoles que valorar lo mucho que están de acuerdo con declaraciones como «Si me han provocado, puedo golpear a otra persona».
Otra prueba determinó el nivel de manipulación y también sobre cuán tolerables les parece el dolor ajeno, en base a calificar frases como «Me gusta atormentar a la gente» y otras.
Me gusta el café amargo… ¿Dejo de tomarlo?
No, porque no es un efecto del café amargo propiamente dicho, el estudio simplemente encontró una relación de éste con algunas conductas antisociales. No obstante un anterior estudio de los investigadores concluyó en cambio que una aversión a los sabores amargos está vinculada a una mayor sensibilidad emocional en humanos y ratas. Mientras que aquellas personas que disfrutan los sabores picantes y también el café están ávidos de una búsqueda de sensaciones.
¡Así que no te estreses y grita: ¡Me gusta el café amargo y golpearé a quien no!
(Ahora sí parecerás psicópata)