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El movimiento hiperrealista surgió en Estados Unidos a finales de la década de los sesenta. Se convirtió en una tendencia extrema y radical de la pintura realista, y como verán en la foto de portada, se trata de reproducir la realidad con una fidelidad tan exacta que ¡da miedo! En realidad, es como si no supieras a lo que te enfrentas, por eso muchas veces puede confundirse una pintura con una fotografía. Sí, así de preciso es el hiperrealismo.
New York fue el lugar donde se expusieron por primera vez los trabajos de esta corriente. Las muestras se llamaron: La imagen fotográfica y 22 realistas. Sin embargo, las ramas que han adoptado los artistas hiperrealistas han sido distintas desde su aparición, entre ellas se encuentra lo grotesco. Aquello que el catedrático y escritor David Roas menciona:
“Para Poe (como para Baudelaire), lo grotesco descansa sobre la fusión entre lo cómico y lo terrible”.
Así que, vamos a ver un poco de hiperrealismo de alto impacto
Uno de los primeros referentes que debes conocer dentro del hiperrealismo grotesco, es a la artista de Viena Julia Faber. Ella, recurrentemente trabaja temas como la moral, la sexualidad, los roles de género y cómo la sociedad se ha convertido en una marea de mensajes hipersexualizados que afectan toda nuestra forma de ver las cosas.
Aquí puedes conocer más del trabajo de Julia Faber, de seguro te gustará.
Reino Unido tiene constantemente la suerte de ver las exposiciones del artista australiano Ron Mueck. La crítica ha dicho que su trabajo es «solitario y un poco deprimido». Y no mienten. Solo basta con ver un par de sus exposiciones para constatar que los personajes de sus esculturas tienen algo triste -¿y mortificante?- que decirnos. No por nada es hiperrealismo de alto impacto.
Okey, la obra de John Kacere puede que no sea, en todo el sentido de la palabra, grotesca. Pero sí que tiene algo de morbo y eso de alguna forma retrata el lado un tanto asqueroso del ser humano. Esto no es solo cuando se refiere al ámbito sexual, sino que se tratan temas como la muerte o la vida.
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Patricia Piccinini se inscribe dentro del hiperrealismo y trabaja en tantos formatos como le es posible: pintura, video, sonido, montaje, impresiones digitales y escultura. Si bien gusta de representar personajes deformes y, algunos, inexistentes, es impresionante el detalle de su obra que ¡de verdad creerás que tienen vida! (El personaje de la foto de portada creo que ya saben a quien pertenece).
