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Los que no crecimos en Australia el único referente de un demonio de Tasmania era Taz, el dibujo animado de la serie Looney Tunes y The Looney Tunes Show. Sin embargo, estos feroces marsupiales son fascinantes criaturas que debes conocer un poco. Incluso si solo quieres darle más contexto a tus recuerdos de la caricatura.
Conoce al verdadero demonio de Tasmania
El también conocido como diablo de Tasmania es del tamaño de un perro pequeño, pero con un cuerpo robusto y musculoso y pelaje negro. Se caracteriza por su desagradable olor, por su grito y su ferocidad cuando se alimenta.
1. Emblema de Tasmania
El animal es originario y endémico de Tasmania, por lo que no se lo puede encontrar en otros lugares. Se lo considera un símbolo icónico de este estado australiano y por eso muchas organizaciones, grupos y productos asociados al mismo lo utilizan en sus logotipos. También se considera como un importante atractivo de turistas hacia la isla. ¿Quién no quiere ver uno en la vida real?
2. No son agresivos, pero sus mordidas son de temer
Los demonios de Tasmania no son agresivos per se, más si se sienten amenazados atacarán con sus poderosas mandíbulas. Estas son de temer porque su cuello robusto le permiten dar las mordidas más grandes por unidad de peso entre todos los depredadores del mundo. La buena noticias es que la mayoría de estos huirán a gran velocidad antes de establecer contacto físico con los humanos.
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3. Son cazadores nocturnos
Los demonios de Tasmania son animales carnívoros que prefieren cazar su comida aunque en ocasiones también consumen carroña. Aman tomar el sol durante el día, pero son animales principalmente nocturnos. Cazan en la noche y en este horario se mantienen más activos: pueden escalar árboles y montañas, nadar a través de grandes ríos y recorrer hasta 24 kilómetros por hora.
4. Están en peligro de extinción
La población de demonios de Tasmania se ha visto reducida en casi un 80% en los últimos 20 años debido a un cáncer facial. A mediados de la década de 1990, cuando su población alcanzaba los 140.000 individuos, los científicos empezaron a detectar tumores en los rostros de los animales. Era un cáncer contagioso que pasaba de un animal a otro a través de sus mordeduras.
El Gobierno australiano lanzó en 2003 un plan para mantener cientos de demonios sanos aislados del resto y el programa de cría en cautividad ha priorizado, hasta ahora, la diversidad genética, para tener una muestra representativa de toda la población.
Lo que nadie esperaba era que estos animales desarrollaran una “rápida evolución en respuesta a la aparición de la enfermedad”, según detalla la investigación publicada en Nature Communications. El equipo de científicos encabezado por el biólogo Andrew Storfer, de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos) ha descubierto que muchos individuos presentan, aparentemente, resistencia genética a la enfermedad de tumores faciales. “En este momento es difícil decir qué porcentaje de la población es resistente al cáncer”, reconoce Storfer, cuyo grupo ha analizado hasta la fecha 294 individuos.
A pesar de esto siguen dentro de las especies en peligro de extinción, lista a la que entró oficialmente en 2008.
5. Tienen grandes camadas
Las hembras del demonio de Tasmania tienen un período de preñez de tres semanas, después del cual darán a luz una camada grande que pueden ser de 20 hasta 30 crías, que luego se desplazará hasta la marsupia. Sin embargo, solo una pequeña minoría sobrevivirá, pues la madre solo tiene cuatro pezones con los que amamantarlos.
¿Conoces más datos curiosos sobre el demonio de Tasmania?
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