Desde muy pequeña supe que la paranoia iba a ser mi tatuaje mental -sin previo consentimiento-, y es que con ella he logrado inmiscuirme en lo más absurdo o acertado de mis especulaciones, que en su mayoría, me previenen favorablemente.
Ahora bien, voy a martillarles la cabeza con una de mis paranoias más frecuentes: “El…
