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¡Felicidades, tu hijo ya no usa pañales! Cuando buscas que tu pequeño pueda aprender a ir al baño, todos te hablan de la cantidad de dinero que ahorrarás, de lo lindo que es salir sin la pañalera y crees que -al fin- no tendrás que seguir yendo a los cambiadores del centro comercial. Lamentamos decirte los niños no es que dejan de ir al baño y ya. El proceso de aprendizaje es largo y sí, es solo el comienzo.
Lo que no te dicen de aprender a ir al baño
Tus días de lidiar con las evacuaciones de tu hijo no han terminado. El entrenamiento para aprender a ir al baño solo alargará tu función como «limpiador» y abrirá una caja de Pandora para ti. Estas son las nueve cosas que nadie menciona:
1. Tendrás que acompañarlo siempre al baño
Al salir de los pañales los niños no empiezan a ir solos al baño. No. Necesitan que les «recuerdes» cuándo deben ir al baño, asegurarte de que vayan cuando antes de algún viaje y sobre todo: tendrás que ir también porque necesitan ayuda y compañía.
2. El amplio reino de los baños públicos
Los baños de los centros comerciales, esos de los que pensabas que quedabas libre después de los pañales, contraatacan. No solo los hay de deficiente limpieza, sino que también no tiene el tamaño adecuado. ¿Quién tiene que evitar que el niño caiga en el retrete? Bingo, eres tú. ¡Hola adaptador de inodoro! Lo tendrás que llevar a todos lados o puedes tomarlo como entrenamiento de brazos (al tener que sostener a tu hijo sobre la taza del baño).
3. Si no van contigo, no quieren ir
Tal vez se acostumbrará a que seas tú quien lo ayude a ir al baño y no quiera que otros miembros de la familia lo acompañen al baño. Hola, eres el limpiador oficial… ¿Recuerdas?
4. Limpiar traseros para siempre
Cuando empiezas a enseñarle a que vaya al baño, entiendes por qué tu hijo necesita la ayuda de un adulto para limpiarse. Tus labores como «limpiador» se extenderán por un promedio de cuatro o cinco años a partir de ahora. ¿Genial, no?
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5. No entiende que lavarse las manos no es opcional
Cree que no debe lavarse las manos después de usar el baño; y cuando se las lava, solo moja el piso y se gasta todo el jabón. Te tocará supervisar la lavada de manos también, porque eso era lo que tu rutina de aprender a ir al baño necesitaba: más trabajo.
6. El baile del baño
No importa cuantas veces le preguntes si quiere ir al baño, cuando está concentrado en sus juegos, hará «el baile del baño» hasta que lo lleves tú mismo al sanitario o haga sus necesidades en sus pantalones. Las piernas apretadas y los salitos son la señal de que debe ir al baño, pero puede que este demasiado ocupado.
7. Horario nocturno
No todos los niños aprenden a controlar sus esfinteres durante la noche y en este horario nocturno el entrenamiento para ir al baño puede ser una materia aparte. Hay niños que necesitan pañales y cobertores de colchón por años. Sí, varios años.
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8. Accidentes en el colegio y ropa extra
Durante sus años en el preescolar te harán llevar una maleta con ropa extra para tu hijo y es porque puede llegar a tener un «accidente» en el jardín de infantes. Puede que los niños de 5 a 6 años tengan accidentes de vez en cuando, sobre todo porque pasan sentados mucho tiempo. A los más pequeños les sucede seguido porque no solo están sentados mucho, sino que no saben calcular cuanto tiempo puede «aguantar» hasta llegar al baño.
9. Emergencias en el auto
No importa cuanto le digas a tu hijo que vaya al baño o lo obligues a ir antes de que salgan de viaje. En la carretra siempre llegará ese momento en el que querrá ir urgentemente al baño… Y casi siempre será cuando estén en medio de la nada sin ningún baño a la vista.
¿Lo bueno? Al llegar al final de la etapa de entrenamiento solo tendrás que recordarle que se lave las manos y advertirle que es por salud más que otra cosa.