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A unos 29 km al norte de Guayaquil queda Yaguachi y cerca de su río la Hacienda Rancho San Eduardo, que se ha constituido en uno de los principales centros de apiterapia del país. Sí, tratamiento y prevención de enfermedades a través de productos provenientes de la abeja, e incluso vía picadura de las mismas, por las apitoxinas (veneno de las abejas obreras), que tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios.
Suena doloroso ser picado por una abeja, pero según el director del centro, el Coronel Eduardo Silva, es como ser picado por un mosquito si se lo realiza de la forma adecuada.
Silva es el experto apiterapeuta y comunica las bondades de la apiterapia de forma muy elocuente. Lo primero es determinar con una prueba de sensibilidad si la persona es alérgica a las abejas. Esto solo se puede determinar haciéndose picar en un brazo. Si a los cinco minutos la zona se ha enrojecido mucho, es signo de que la persona no tolerará la toxina que segregan dichos insectos.
Pero si solo se siente un escozor en el sitio y el enrojecimiento es ligero, hay vía libre para iniciar el tratamiento y especialmente a inmunizar. La principal dolencia a tratar es la artritis reumatoidea. El apiterapeuta determinará su frecuencia.
El procedimiento es sencillo. Se recoge unas abejas obreras de la colmena en una funda. En ese caso Silva se coloca su uniforme protector y toma a la abeja panza arriba entre sus dedos de tal forma que esta, como modo de autodefensa, saca a relucir su aguijón. Esta se la coloca sobre el sitio exacto del dolor o sino siguiendo meridianos de energía, similares a los usados en los tratamientos de acupuntura, cuya sesión dura aproximadamente 7 minutos.
Cabe resaltar que la picadura de abeja es importante pero no es suficiente, dice Silva. También es importante consumir de forma cotidiana los productos de la colmena: miel de abeja, propóleo, y polen, que ayudan a subir las defensas. Con estos se puede hacer un licuado con jugo personal de zanahoria y una cucharada de cada uno de ellos.
Propóleo, ideal para defender el organismo
El propóleo puro está en la corteza de los árboles, especialmente en el guachapelí en la zona de Yaguachi. Las abejas lo recogen y lo llevan a la colmena para mantenerla aséptica. El apiterapeuta Silva recomienda tomar 40 gotas en la mañana y 40 en la noche en un vaso de agua o jugo para aumentar las defensas del organismo. Se puede hacer inhalaciones con una infusión de propóleo, polen y eucalipto durante 5 noches seguidas, descansar una noche y hacerla de nuevo. Eso permite limpiar las vías respiratorias.
Cómo saber si la miel de abeja es pura
Al ser un producto tan recomendado, la miel de abeja es muy demandada y algunas marcas le agregan glucosa comercial. Pero, ¿cómo saber si es pura entonces? Eduardo Silva nos brinda un tip al respecto: si al momento de vertir la miel, esta produce un hilo finito y largo, que no se rompe rápidamente, es señal que la miel es real. Mientras que los productos adulterados se vierten de forma entrecortada.
Algunos piensan que una coloración oscura de la miel es determinante de su calidad, pero esto no es así, porque la oscuridad depende más por la floración que tuvo. Además, Silva señala que la miel nunca caduca, es decir puede ser guardada por largo tiempo. En caso de endurecerse, se la ablanda con baños de maría (es decir, poniendo la botella de miel en una olla con agua a fuego lento).
¿Cuál es la población de una colmena?
Como las abejas son veraneras, la población de ellas se reduce al 50% en invierno. Existen en cada colmena hasta 50 mil obreras, 400 zánganos con los cuales, alrededor de 27 se aparean con la abeja reina de cada colmena, quien produce cerca de 8 mil huevecillos diarios. Cabe destacar que por cada abeja que muere, al ser usada en los tratamientos, hay 8 que están naciendo.
Que haya solo una Abeja Reina es la razón por la cual la jalea real no sea tan abundante en el mercado.
Si usted desea conocer esta forma de medicina alternativa y visitar el Rancho San Eduardo puede contactarse con al 2020261 o escribir al correo apiterapeutayaguachi@hotmail.com.
Además puede informarse en la Prefectura del Guayas, que recomienda este sitio como parte de las rutas turísticas de sus distintos cantones.
Fotos: Pixabay, José Vicente Noboa T. y Olga Naranjo