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Antes de que el genial Chespirito falleciese en noviembre del 2014, en redes sociales ya lo habían matado y hecho homenajes decenas de veces durante años. Y aunque todo inicia por una persona que crea el rumor, se viraliza porque muchas personas al ver la noticia sienten el deber o la ansiedad de compartir ese descubrimiento, primicia o conocimiento. Es como cuando te enteras de un gran chisme y te dicen que puedes contarlo. ¿Lo haces?
Esa impulsividad es muy común en redes sociales y a veces resulta graciosa, pero en bastantes ocasiones trae como resultado odio en distintas formas e intensidades.
Por eso Bill Duane, un ejecutivo de Google, quien está encargado de velar por el bienestar de la compañía, hizo unas declaraciones al NY Times que resultan como unos mandamientos sobre qué compartir en redes sociales. Una vez que has hallado algo que te llamó la atención y sientes el deseo de compartirlo, Duane acude a estas tres preguntas:
[easy-tweet tweet=»Antes de publicar en redes piensa si ¿Es verdadero? ¿Es amable? ¿Es necesario?» hashtags=»#MakiaLatinoamérica»]
De tal modo que si todas las preguntas tiene un SÍ, con tilde de afirmación, como respuesta, entonces siéntete feliz de publicar lo que desees.
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Duane, quien además es profesor de meditación, aconseja tomarse un tiempo antes de navegar en internet o celular. Sentir qué intenciones tenemos antes de conectarnos. Es decir, tener conciencia de su estado de ánimo.
Pero veamos qué hay más allá de estas preguntas trascendentales:
¿Es verdadera?
En internet hay portales que se dedican a difundir noticias falsas, pues es también una forma de humor. Por ejemplo El Deforma, o El Mercioco. Por presentar versiones absurdas de un hecho es precisamente que nos atrae y divierte. Así que todo depende del contexto en que se lo presenta. A veces colocar un emoticón o una expresión alegre puede dar a entender que es una noticia falsa, sin que pierde el efecto sorpresa hilarante. El problema surge cuando incluso con ese contexto, hay gente que carece de sentido del humor, de la ironía y de paso considera que todo lo que está publicado en internet es cierto.
Por eso verificar una noticia es cuestión de cuidar tu propia credibilidad y de darle contexto a las cosas. Nada te cuesta abrir por lo menos el link antes de poner compartir. Es increíble la cantidad de personas que solo comparten algo por el titular sin abrir el link.
¿Es amable?
Este es un tema más subjetivo, pues en internet también tenemos muchos justicieros, quienes consideran que herir la imagen de alguien es algo justo. Aquí hay que tomar en cuenta el efecto boomerang y el efecto espejo.
Compartir publicaciones negativas muchas veces termina dañando tu propia imagen, pues se puede considerar que eres una persona ávida de crear polémica, que las noticias que compartes son un poco un reflejo de la turbiedad de tu espíritu y que no tienes reparos en hablar mal no solo de extraños, sino de tus propios amigos. Puede que no hayas llegado a hacerlo nunca y que seas muy leal en realidad, pero tus publicaciones están dando otra imagen.
¿Es necesaria?
Realmente tus amigos necesitan ver eso. ¿Qué sientes tú cuando aparecen en tu time line publicaciones parecidas? Qué diferencia a tu publicación de aquellas que te molestan a ti. Es verdad que uno de los sentidos de las redes sociales es solo divertirse, y por tanto meterle tanta cabeza puede resultar una experiencia frustrante.
Piensa en esto no en base a una sola publicación que hayas hecho, sino a las publicaciones que en general compartes. ¿Ves algún patrón molesto? Nadie es dueño de la verdad, pero son redes públicas y por tanto tus publicaciones son representativas de tu persona.
¿Te harás las tres preguntas antes de compartir en redes sociales?
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