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¿Qué pasa cuándo se realiza un juicio moral hacia las preferencias sexuales? ¿Es posible que ser gay termine resultando una sentencia de odio y muerte? Chechenia es un país donde la homofobia es generalizada. Y aunque no se considera un delito tipificado ser homosexual, se está difundiendo informes de que en este momento hay una «purga» gay. El diario opositor Novaya Gazeta denuncia redadas y detenciones en prisiones secretas, donde personas gay -o simplemente percibidas así- son golpeadas, torturadas, en unos casos hasta su desaparición.
El gobierno checheno niega esto, basado en que en su república no existen homosexuales, según ellos, peor aún el comunicado del gobierno añade que «si tales personas existiesen en Chechenia, la ley no tendría que preocuparse por ellas ya que sus parientes lo habrían enviado a un lugar de donde nunca regresarían».
Cabe destacar que actualmente lidera el país, Ramzan Kadyrov, un líder con fama de autoritario, que tiene su propia milicia privada y que tiene gran interés en congraciarse con la mayoría de la sociedad chechena, de la que se dice es extremadamente conservadora y muy homofóbica. Se dice que ese pensamiento duro contra la homosexualidad está abonado por el fundamentalismo religioso que hay en el país. En este caso la musulmana (así como en otras sociedades la homofobia está alentada por sectores de fundamentalismo cristiano y otros).
Según la periodista Elena Milashina del diario de oposición ruso Novaya Gazeta, hay cuatro prisiones secretas para estos aparentes campos de purga gay. «Dos se encuentran en Grozny, la capital chechena, y hay una en Argún, que fue la primera que se identificó, y donde tenían detenidas a personas LGBT, donde las golpeaban, torturaban y asesinaban», agregó Milashina al programa Victoria Derbyshire de la BBC.
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De acuerdo al diario británico The Guardian, hay testimonios de personas como las de Adam (nombre ficticio), quien señaló que sufrió una emboscada, lo metieron en una furgoneta y se lo llevaron a un centro de detención donde había otros hombres encerrados. Hasta 30 por celda, durmiendo en el piso. Fueron insultados, llamados animales e inhumanos.
«Diferentes personas entraban y tomaban turnos golpeándonos. Algunas veces traían a otros reclusos a quienes les decían que éramos gay y les ordenaban que nos dieran una paliza». Adam a The Guardian.
Tras varios días, Adam y otros de los hombres fueron liberados pero puestos en manos de sus familias a quienes les anunciaron: «Su hijo es un maricón. Hagan lo que tienen que hacer con él». Eso fue tan difícil como la tortura, porque Adam no le había revelado a sus padres que era gay. El problema es además para sus amigos, pues las autoridades considerarían que todos sus contactos son también gays, lo cual podría generar además que familia y personas allegadas lo dejen solo.
Svetalana Zakharova, de la Red LGBT de Rusia, una organización de apoyo que abrió una línea telefónica para ayudar a las víctimas, dijo a la BBC que los detenidos son devueltos a sus familias en espera de que ellas mismas los maten.
«Las matanzas de honor en Chechenia son reales», aseguró la activista. «Aunque los detenidos hayan logrado escapar, todavía tienen mucho miedo, todavía temen por sus vidas».
Un líder mundial al que afecta esta acusación es el presidente ruso Vladimir Putin, pues el régimen checheno es leal a Rusia en distintos sentidos (el país es una república de la Federación Rusa, que durante años ha buscado independizarse, lo consiguió, pero el control ruso continúa). Dmitry Peskov, vocero de Rusia, ha asegurado que el Kremlin no tiene conocimiento de “ninguna información creíble” sobre las denuncias de detenciones de gays en Chechenia.
Pero estas detenciones habrían comenzado luego de que el colectivos GayRussia convocase a varios desfiles en cuatro ciudades con motivo del Día del Orgullo. Como se esperaba que les negasen los permisos, eso sería usado para presentarlo como prueba ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo por discriminación. Así, la acción habría sido para acallar las protestas ante organismos internacionales. No solo eso, la editora del diario que ha denunciado la persecusión habría recibido una fatua tras el reportajes, según su editora Elena Milashina, más de 15.000 religiosos y altos miembros de la sociedad chechena se congregaron en la mezquita más grande de Grozny para anunciar una yihad, o guerra santa, contra ella y los periodistas del diario, por considerar que han dañado el honor de la nación.
De acuerdo a Kheda Saratova, miembro del Consejo de Derechos Humanos de Chechenia (ente que asesora al gobierno ruso), fueron personalmente a los supuestos campamentos pero no han encontrado nada, aunque promete seguir recibiendo información sobre el tema. Por lo general la homosexualidad es un tema tabú en dicho país, así que pocos familiares están prestos a hablar y algunos por su formación religiosa arraigada justificarían la violencia.
Foto principal: Michael C Corder / AP
Fuente: BBC, The Guardian y Novaya Gazeta
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