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Las relaciones tóxicas están en todos lados, no solo en tu ex. La historia siempre comienza bien: tienes una muy buena relación, tan buena que es casi imposible de creer. Puede ser tu pareja, nuevo mejor amigo o compañero de trabajo.
Comienzan a pasar mucho tiempo juntos, tanto que has dejado de lado otras cosas de tu interés: algún hobbie, salir con otras personas o a lugares diferentes, incluso te has olvidado de tus metas personales. Pasa que esa persona con la que estás pasando tanto tiempo lo ha consumido todo por completo y ahora que intentas retomarlo, han comenzado los conflictos: celos, reclamos, manipulación y hasta desvalorización.
Si te encuentras en una relación así, sigue leyendo. Recuerda que no necesariamente tiene que ser de pareja, puede ser también algún familiar, amigo o compañero.
Cómo reconocer las relaciones tóxicas
Aquí hay cinco señales de advertencia de que tu relación podría ser tóxica:
1. No te sientes bien contigo
Has llegado al punto en que defenderte de las críticas de esta persona son inútiles, así que lo has dejado de hacer. No puedes ser quien eres porque sabes que su reacción será hiriente. No eres libre de hablar con libertad y estás emocionalmente agotad@.
En una relación sana, las personas se apoyan y animan a ser uno mismo en lugar de imponer sus ideas, opiniones y ambiciones.
2. No se comunican
Cuando no están de acuerdo, la otra persona ignora el problema o simplemente se niega a hablar de ello. Incluso cuando tú estás dispuest@ a hablarlo para resolver el problema. En una relación tóxica, incluso los argumentos pequeños, como qué ver en la TV, pueden llevar al abuso verbal, físico o emocional.
3. Te encuentras cayendo en hábitos negativos
Existen actividades que haces con otros por mero entretenimiento como salir a un bar, de fiesta, de shopping, entre otros; sin embargo esto ha sido llevado al exceso y se te hace muy difícil dejarlo, especialmente con esta persona.
4. Una tormenta de celos
Al principio pensabas que era pasión o emoción, como lo quieras llamar; pero ahora tomar un café con amigos, ir a visitar a tu madre o conversar con otra persona puede desembocar en una tormenta. Sus celos te han separado de amigos, familia, y, de hecho, de cualquier persona que no sea tu pareja. Esto no es síntoma de amor, esto es control poco saludable.
5. A tus amigos y familiares no les gusta tu relación
Lo que pasa es que ellos no son ciegos a sus encantos y ven tu relación con mayor claridad que tú. En lugar de estar tan a la defensiva, piensa realmente en lo que te dicen. Si no lo has hablado con ellos, es hora de hacerlo, tienen cosas que decirte.
Las relaciones tóxicas con una pareja amorosa pueden ser más fáciles de reconocer, sin embargo también pueden suceder con amigos y hasta con la familia. Sí, existen familiares sobreprotectores, pero también están los que te hacen daño hasta el punto del menosprecio. Lo mismo pasa con esas amistades con las que pasas increíbles aventuras, pero llega el momento de descansar un poco y se vuelcan en contra tuyo.
Trata de reconectarte con tus sentimientos más auténticos, y lograrás notar cuándo una relación te está ayudando o perjudicando, y qué pasos seguir.
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Post original: MindBodyGreen.