El Tíbet es una región autónoma china que lleva décadas de discrepancias políticas con el gobierno. No obstante su cultura es una de las más apreciadas en el mundo entero.

Pensar en un viaje a Tíbet es llenar la mente de monjes tibetanos, montañas esplendorosas, ritos espirituales y anhelos de paz. Por ese atractivo tan místico es que este 2017 se esperan 24 millones de turistas que generarán 20.000 millones de yuanes (2.883 millones de dólares). Más allá de que algunos críticos piensen que China está haciendo dinero a costa de vender la cultura tibetana, la apertura turística hacia dicha región va porque va.

Cabe señalar que en el 2016 más de 23 millones de turistas visitaron el Tíbet, al suroeste de China. Más del 15% respecto al año anterior, eso sí que la  inmensa mayoría de los turistas que llegan son chinos (+/- 95 %). Los extranjeros solo pueden viajar en grupos organizados, pues ha estado restringido. La única conexión aérea de Lhasa (capital de la región, 600.000 habitantes) con el extranjero es vía Nepal.

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Pero el plan es que para el 2020 haya 35 millones de visitantes y que la tasa de extranjeros sea muy grande. La infraestructura en el Tíbet requiere para ello una gran inversión. Por ejemplo, muchos caminos son de tierra, pero se están construyendo muchos autopistas y carreteras a 4 mil metros de altura que realmente significará un gran cambio para la gente respecto a lo que han vivido antes.

Además Wang indica qe habrá una progresiva instalación de hoteles de grandes cadenas internacionales de lujo, como las ya establecidas Intercontinental, Marriott o St. Regis, o las próximas llegadas de Hilton y de la francesa Sofitel.

“Hay necesidad de infraestructura y mejoras, estamos construyendo un destino turístico de categoría mundial, Roma no se levantó en un día”

– Wang Sonping, director de Comisión Comité Desarrollo de Turismo de Tíbet.

Los eventos que más atraen turistas al Tíbet son el Año Nuevo Tibetano, el Festival anual de Shoton (yogur) y la Exposición de Cultura y Turismo del Tíbet.

Actualmente cerca de 320.000 personas se dedican al turismo en la región; es decir, cerca del 20 % del PIB de Tíbet. De ellos, unos 97.000 son agricultores y pastores. Vale resaltar que la población del Tíbet es de 3,2 millones de habitantes en una superficie de 1,2 millones de kilómetros cuadrados.

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Dentro del plan de promoción turística para un viaje a Tíbet, las autoridades regionales han incitado a agricultores y pastores nómadas a convertir sus viviendas en albergues rurales. Más de 800 familias han recibido subvenciones de hasta 50.000 yuanes (6.650 euros) para adecuar sus viviendas (construcción de cuartos de baño o instalación de paneles solares para suministro eléctrico en zonas aisladas).

¿Te animas a un viaje a Tíbet?