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¿Quién es él? Es lo que se preguntaría Julia Blount. Ella escribió un artículo en su Facebook que está siendo viralizado tras haber sido publicado en el portal Salon. El artículo es una carta abierta: Dear white Facebook friends: I need you to respect what Black America is feeling right now (Queridos amigos de Facebook: Necesito que respeten lo que el pueblo afroamericano está sintiendo ahora).
En una parte de su escrito cuestiona todas las preguntas basadas en el color de piel que tienen que afrontar las personas de raza negra a lo largo de su vida. Una de ellas es el ¿Qué eres tú? en lugar de ¿Quién eres tú?, especialmente en la niñez y adolescencia.
¿Pero quién es él? Si nos referimos a Freddie Gray… falleció a los 25 años por lesiones severas en la columna vertebral, ocho días después de haber sido detenido por la polícía. Sí, acertaron: Freddy era de raza negra. Se está investigando las circunstancias de su muerte.
Ese suceso ha causado múltiples manifestaciones en Estados Unidos, lideradas por grupos de derechos civiles y gente que está cansada de esos casos de abusos policiales. En medio de esa vorágine de manifestaciones estaba un chico de 16 años, Michael, el hijo de Toya Graham en Baltimore. Allí hubo 140 vehículos quemados, 20 policías heridos, 235 detenidos el día del funeral de Gray.
No les hemos presentado a Toya Graham, pero probablemente ya la han visto: es la madre que abofeteó a su hijo y lo sacó de una manifestación (algunos lo llaman desmanes). El video ha sido viralizado en todo el mundo, la han nombrado incluso ‘madre del año’ en redes sociales. Sí, porque algunos opinan que madres así es la que necesitan montón de manifestantes o chicos en situaciones de riesgo. Pero más allá de la auto llamada «sabiduría popular» que indica que un buen sopapo encamina a los hijos a ser un correcto ciudadano, el miedo de Toya Graham, llevado por el amor hacia su hijo, es que su hijo no vaya a ser otro Freddie Gray. No por Freddie Gray en sí, sino por cómo podría llegar a ser considerado por la Policía y la sociedad.
«Vi a mi hijo entre la multitud. Estaba ahí, cruzando la calle con su capucha y una máscara. Y en ese momento no me pude contener. Es mi único hijo varón y yo no quería que al final del día se convirtiera en otro Freddie Gray. Pero ponerse allí de pie, cometiendo actos vandálicos frente a la policía no es justicia».
No obstante resalta que no está de acuerdo con la agresión de agentes policiales contra los manifestantes. Alguna vez vio morir a un hombre baleado en la puerta de su casa. «Hay algunos días que yo hago un escudo en mi casa para que él no salga fuera y yo sé que no puedo hacer eso el resto de mi vida (…) Yo no soy una madre tolerante. Todo el que me conoce, sabe que yo no juego», cuenta Graham a la cadena estadounidense CBS.
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Quizá sea oportuno plantear un fragmento de la carta de Julia Blount:
«Sólo necesito que escuches. No tienes que decir nada si no quieres, pero en lugar de formar una opinión o llegar a una conclusión, por favor, déjame decirte lo que he oido:
Oigo desesperanza
Oigo la opresión
Oigo el dolor
Oigo opresión internalizada
Oigo la desesperación
Oigo la ira
Oigo la pobreza».
Fuentes: Salon, El Comercio | Foto principal: AFP
Fotos: Reuters y Youtube