Los atajos son los hacks de la vida, tomarlos parece ser irresistible. Al menos eso demuestran las ventas de alimentos que prometen curarnos, embellecernos o alargar nuestra vida. Hay quienes compran superalimentos sin saber qué son, qué hacen o por qué se los llama así. Las promesas que nos cuentan nos parecen suficientes, pero no lo son. Así que antes de hacer tu lista de superalimentos para comprar, te vamos a explicar un poco del asunto.

Superalimentos qué son y qué no son

Los superalimentos son altos en nutrientes, compuestos antioxidantes, y son muy apreciados porque ayudan a reducir el riesgo de enfermedades. Los supuestos beneficiosos para la salud de estos alimentos son los que nos hacen consumirlos, más allá de su sabor o nuestras preferencias en comida. Lo que sucede con estos productos, resulta más una estrategia de marketing con fines comerciales que algo científico. Debido a esto, en 2007 la Unión Europea prohibió el uso del término en empaques de comida.

“Los superalimentos son trucos de mercadotecnia”, dijo a la publicación Duane Mellor, nutricionista de la Universidad de Canberra, en Australia.

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¿Tú también piensas en bayas con capa?

La etiqueta de super tiende a ser pegadiza, pero deja al consumidor en la nada porque es este quién se encarga de llenar el vacío del concepto. ¿Con qué se llena? Puedes usar hasta las imágenes de bayas con capa que se te vienen a la cabeza, pero en esta época donde la moda fitness se impone, la publicidad de superalimentos suele estar en tu cabeza como música de fondo.

La revista New Scientist realizó un sondeo en Reino Unido en el que participaron 1000 personas. De ellas el 61% admitió haber adquirido productos por considerarlos superalimentos. Sin embargo, la misma publicación investigó las propiedades de la comida superlativa más popular y la comparó con otras similares. Estos son los resultados:

N/A: La necesidad de estudios científicos a largo plazo sobre cómo afectan al organismo el consumo de alimentos considerados superlativos deben darse para poder afirmar las bondades de un producto. Antes de que mueras de decepción, recuerda que New Scientist habla de su investigación, no de varias publicaciones científicas.

¿Seguirás comprando alimentos considerados super?

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