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Desde marzo de 2011 se ha implantado una Guerra Civil en Siria que, hoy, es casi imposible de controlar. Uno de los tantos resultados que ha dejado la guerra es la situación de los refugiados en el mundo. Todos obligados a moverse de su tierra, cargando el dolor de la muerte y el abandono. Imagínense lo que significa para ellos tener que irse de sus hogares, sin un rumbo fijo y cargando con el peso del rechazo de todo un mundo que teme al extraño.
Y no solo eso, sino que también tienen que desprenderse de esos lugares que en un momento fueron espacios de gratos recuerdos. Algunos de ellos serán sitios turísticos en Siria que hoy son olvidados a causa de la guerra y el temor. Aquí queremos mostrarles las maravillas de esos lugares, no como mera información «turística», sino como material de reflexión y nostalgia. Porque como seres humanos construimos constantemente memorias y sin nos quitaran una de ellas de seguro nos sentiríamos devastados. Se trata de ponernos en el lugar del otro y crear una suerte de empatía que nos acerque y dejemos de crear barreras culturales.
« Esta instalación reflexiona sobre la situación de los refugiados sirios en Europa »
¿Hay que olvidar estos sitios turísticos en Siria?
Aleppo es una de las ciudades más devastadas a causa de la guerra, pero antes de ello era un sitio clave para ver un poco de la arquitectura rural de Siria. Allí se podía observar las casas colmena (de las cuales hoy muy pocas quedan en pie) que eran diseñadas especialmente para resistir al desierto.
La fascinante arquitectura árabe es lamentablemente la más afectada en este caso. Pero, lo bueno es que aún quedan estructuras en pie de gran valor como patrimonio. Por ejemplo está la Iglesia de San Simón Estilita (Aleppo) que es una iglesia cristiana del siglo V y una importante edificación medieval. Es Patrimonio de la Humanidad desde 2011.
Las Ruinas de Palmira fueron un importante sitio turístico desde 1980, cuando fueron catalogadas como Patrimonio de la Humanidad. Palmira era un antigua ciudad en el desierto de Siria que desapareció con el tiempo dejando su magnífica infraestructura grecorromana de pie. Sin embargo, los extremistas se tomaron el lugar en 2015 destruyendo gran parte de este lugar histórico.
Siria tiene impactantes lugares históricos que de seguro no todos saben apreciar, sin embargo eso no deja de hacerlos menos turísticos. Por ejemplo, el teatro romano de Bosra, construido en el segundo cuarto del siglo II, es de los mejor preservados de los teatros romanos de Oriente Medio. Además, en su momento fue uno de los más grandes del imperio romano. El lugar ha servido como sede principal del Festival de Bosra, festival de música nacional bastante popular. Lo triste es que la guerra no solo ha afectado el turismo y economía, sino también la libertad artística.
Siria es un país con abundante historia religiosa por lo que llama la atención de turistas que aman temas como la arqueología, antropología, historia de las religiones, etc. Por ejemplo, en Baniyas puedes estar en uno de los lugares más antiguos nombrados en la Biblia judeocristiana (el lugar es llamado como Cesarea de Filipo en el evangelio de Mateo y Marcos). Además, es el lugar donde queda uno de los manantiales asociados con el dios de la mitología griega Pan.
Pero no solo estos grandes monumentos históricos, son espacios que hoy ya casi nadie visita, el país entero está sumido en una desesperación que agobia a quienes están dentro, obligándolos a abandonar todo. Aunque, claro, habrá quienes prefieran morir en la tierra donde nacieron… Con todo, el deber de nosotros -«los de afuera»- NO es ver desde lejos y compadecer, sino acercarnos lo suficiente como para sentir el olor del polvo que se levanta cada vez que una bomba explota.