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Cómo se logra que una ciudad sea habitable es una cuestión que mucho tiempo ha ocupado la mente y los proyectos de urbanistas, arquitectos, políticos y ciudadanos. De una u otra forma las ciudades son las que mueven un territorio y un estado. Son organismos vivos, en sentido figurado. Por eso la Declaración de Hábitat Quito, que viene trabajándose desde hace meses, en eventos preparatorios, es de importancia global.
Hábitat III se realizó en Quito del 17 al 20 de octubre. Se llama así a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, HABITAT III. Cabe tener muy presente que para el 2016, el 66% de la población mundial vivirá en ciudades, según un reporte de la ONU. Actualmente, un 54% de la población es urbana y 180 mil personas se mudan a la ciudad cada día. Es mucha gente y si las ciudades no están preparadas para ese ritmo, lo que habrá es proliferación de marginalidad e inequidad. Viviendas planificadas deben ser la consigna.
Las abejas hacen las colmenas por instinto. Los humanos hacen urbanización por política, por eso las ciudades son diferentes. @Habitat3UN
— Joan Clos (@Joanclos) October 16, 2016
Joan Clos es el director de Hábitat de las Naciones Unidas. De allí que una de las metas de esta conferencia era determinar un Plan de Implementación de Quito para la Nueva Agenda Urbana (NAU). La declaración de Quito abarca la visión, compromisos y principios, y un llamado a la acción por parte de los 193 Estados miembros que adoptarán la NAU.
Y dentro de la mencionada declaración se hace mucho énfasis en el respeto de los derechos humanos de los habitantes, una plena integración de estos derechos a la forma en que se vive y también resaltar la gran relación entre el medio ambiente y la urbanización que debe generarse. De paso, se recalca que si no hay coordinación entre gobiernos seccionales y nacionales no se podrá avanzar con el compromiso. Por algo Clos enfatizó en la clausura del evento que «vamos a elaborar una guía para la implementación de la NAU. La responsabilidad está en manos de los gobiernos».
Los delegados de los 167 países presentes adoptaron este documento que delinea los principios y conceptos que impulsarán el desarrollo sostenible por los próximos 20 años. Hay quienes mencionan que aunque las intenciones son buenas, no deja de ser un documento de intenciones que no es vinculante, así como el Tratado de Kyoto para enfrentar el cambio climático tampoco lo es.
¿Qué pasó con la anterior agenda urbana?
La reunión de hace 20 años en Hábitat Estambul (1996) marcó como meta que se realicen esfuerzos para que no haya más asentamientos informales, lo que en algunos lados conocemos como invasiones, villas miserias, favelas, entre otros nombres para llamar a viviendas marcadas por la pobreza y falta de oportunidades de vivir en urbanizaciones planificaciones.
Aunque está claro que dicho tipo de asentamientos no han dejado de existir, sí hubo 100 países que han adaptado políticas de Estado para solucionarlo.
¿Qué es lo mejor de la Nueva Agenda Urbana de Hábitat III?
La Declaración de Quito sobre ciudades y asentamientos humanos sostenibles para todos busca ciudades que:
- Sean incluyentes y libres de cualquier forma de discriminación.
- Cumplan con su función social y su función social de la tierra.
- Promuevan, protejan y aseguren la realización plena y progresiva del derecho a una vivienda adecuada.
- Prioricen la calidad del espacio público accesible y la diversidad cultural.
- Sean resilientes y que protejan sus ecosistemas.
- Sean participativas y generadoras de un sentimiento de pertenencia.
- Promuevan el empoderamiento de las mujeres.
- Sean para todos y donde se implemente el Derecho a la ciudad.
¿Qué espera la gente de la ciudad donde vive?
En este punto cabe rescatar la opinión de uno de los lectores de la revista británica ‘Monocle’, misma que todos los años elige las mejores ciudades para vivir. La ciudad ganadora de este año fue Tokio, por segunda vez consecutiva.
“Esta ciudad, de 13 millones de habitantes, entrega un equilibrio entre la eficiencia de la alta tecnología y los valores de sus barrios tradicionales”, opinó el lector.
Entre los parámetros que tomó en cuenta para elegir a las ciudades, constan temas como transporte público y su disponibilidad nocturna y facilidad para moverse por la ciudad; que la ciudad proponga iniciativas medioambientales, como libre acceso a parques o reservas; que la urbe tenga un plan de seguridad ante la delincuencia; buena arquitectura, cultura, conexiones internacionales y sitios para comer bien después de las 22:00.
Por si se preguntaba las mejores ciudades de este año fueron: Tokio (Japón), Berlín (Alemania), Viena (Austria), Copenhague,(Dinamarca), Múnich (Alemania), Melbourne (Australia), Fukuoka (Japón), Sídney (Australia), Kioto (Japón), Estocolmo (Suecia), Vancouver (Canadá) y Helsinski (Finlandia).
La pregunta ahora es si será posible que gracias a Hábitat III, en 20 años podamos decir que las ciudades del mundo alcanzaron los niveles de habitabilidad que se están proponiendo. Quizá soñar con una habitabilidad para todos será posible si hay compromiso se mantiene.