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Tomaste tus audífonos porque necesitabas escuchar una canción que te hiciera sentir bien. Es importante saber que escuchar tus canciones favoritas no es musicoterapia por sí mismo, pero a partir de allí puedes comprender cómo hay sonidos para sanar, que enriquecen tus sentidos, llegando a curar el organismo desde el plano mental hasta el espiritual.
¿Qué es entonces musicoterapia?
Nos gustó esta definición que provee la AMTA (American Music Therapy Asocciation): Es la utilización científica de la música y todo tipo de experiencias musicales para restaurar, mantener y/o mejorar la salud física y psíquica de las personas.
Esta terapia puede manejarse de 4 formas: la audición pasiva, la audición activa, la interpretación por parte del paciente y la creación por él mismo o labor creadora, si actúa como compositor o fabricante de instrumentos sonoros.
Así como otras actividades que armonizan el organismo en varios niveles, en la musicoterapia, al aplicar los sonidos para sanar es fundamental la respiración y el equilibrio de las emociones.
Casos resueltos con musicoterapia
Según el Huffington Post, en España, un hombre de 35 años tuvo un accidente vehicular que le provocó una hemiplejía lateral derecha. Gracias al tratamiento recibido en un centro de musicoterapia ha mejorado de tal forma su movilidad que es capaz de desplazarse con muletas luego de algunos meses.
A continuación un reportaje de la Deutsche Welle sobre la música para tratar el autismo, donde la doctora Isabel Dziobek, neuropsicóloga de la Universidad Libre de Berlín, puntualiza que procuran que los ejercicios se traduzca en cambios en la vida diaria y con procedimientos exactos para evaluar si esos cambios se producen y evitar una generalización al momento de documentar los tratamientos.
Por su parte la reconocida musicoterapeuta Julieta Alvin señala en su tratado sobre el tema un caso sobre una joven de 23 años impulsiva – agresiva que llevaba al límite la paciencia de las personas con quien convivía, provocando constante rechazo, principalmente de su madre.
«Nuestro primer objetivo terapéutico fue darle conciencia de la manera en que contribuía a su propia infelicidad». Julieta Alvin, sobre caso de joven agresiva.
Después de que ella fue consciente de que su actitud hostil le generaba problemas, se recurrió a la música. Se le prescribió lecciones de piano, no tanto para pulir algún talento ni sus gustos, sino para pulir su relación con el músico terapeuta para llamarle la atención hacia distintos planos de su conducta a medida que apareciesen durante las sesiones.
Durante las lecciones se produjeron muchos momentos tensos con su terapeuta. Según apunta Alvin «en lugar de fragmentos de relaciones con muchas personas y sus problemas, se logró concentrar y concretar divergencias y sugestiones en una persona y situación mientras el resto servían de soporte». De ese modo la paciente pudo cumplir un tratamiento psicológico y psiquiátrico a través de una vía alternativa como el aprendizaje de piano y sonidos para sanar.
Qué se puede tratar con musicoterapia
Muchos terapeutas afirman que con la musicoterapia se puede abordar la estimulación prenatal y temprana, problemas de lenguaje, de atención o concentración, dificultades de aprendizaje, discapacidad física, psíquica y/o sensoria, cuidados paliativos, Alzheimer, Parkinson, depresión, dolor crónico, fibromialgia. Además de terapias para la resolución de conflictos laborales, burn out (la sensación de estar quemado mentalmente), entre otras afecciones o dolencias.
¿Te gustaría aplicar sonidos para sanar alguna dolencia?