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A ningún padre le gusta pensar en la posibilidad de que sus hijos terminen ingresados en el hospital. Sin embargo, esta es una posibilidad real para la que debemos estar preparados. Y la pregunta es ¿cómo hacer más llevadero el ingreso al hospital para tus hijos?
Lo primero es que les expliques que van a estar en el hospital y por qué de una forma que puedan entender y que los apacigüe. Tal vez no sea la mejor idea del mundo entrar en muchos detalles con respecto a su extirpación de las amígdalas, pero sí de lo que puede esperar después de ella. Por ejemplo:
Cariño, los doctores van a hacerte dormir por un momento, pero cuando ya estés despierto, ya no te habrán curado y ya no te dolerá.
Los miedos infantiles con respecto a estar en un lugar extraño y al dolor estarán presentes en tus hijos por lo que debes usar palabras claras y tranquilizadoras cuando hables con ellos de lo que va a pasar. Averigua qué van a hacer y qué cosas podrá tomar para el dolor, cuanto tiempo tomará que esté completamente sano y demás para que tengas toda la información que el niño querrás saber.
Evita las palabras «inyección», «sangre», «puntos», «heridas» o cualquiera que te lleve a pensar en dolor. También evita responder con un «no sé», mejor dile «esa es una buena pregunta, veamos qué nos dice el doctor».
Cómo hacer más llevadero el ingreso al hospital para los niños
Que ayuda a los niños:
- Actitud positiva y de confianza.
- Colaborar con el personal del hospital con las curaciones, estar al tanto de los horarios y hasta conocer los nombres de doctores y enfermeras (esto último vuelve más familiares).
- Hablar con tus hijos: preguntarle cómo se siente, contarle cuentos o leerles, escuchar sus sentimientos, temores o lo que quiera contarte.
- Tener mucha paciencia, ser cariñosos y acompañarlos.
- Tolerar sus cambios de humor.
- Llevar su peluche favorito, manta o pijama y, de ser posible, ver que tengan otros medios de distracción como libros o películas.
- No hablar de tus temores delante de tus hijos, pues los podrá nerviosos.
Que no los ayuda:
- La preocupación excesiva hará a tus hijos sentirse solos.
- Si te sientes muy ansioso o tienes miedo, recuerda dejarlos lejos de la habitación de hospital de tus hijos. Ellos deben saber que cuentan contigo para sentirse seguros.
- Al sentir miedo puede que quieras sobreproteger a tus hijos por lo que debes aprender a confiar en los médicos y no generarles limitaciones innecesarias.
- En caso de que no puedas estar siempre en el hospital, trata de que alguien familiar y de confianza se quede con tus hijos, porque tu ausencia puede entristecerlos.
- El exceso de visitas pueden estresar a los niños cuando están en el hospital.