Hace más de dos años encontré a Lura Bo Fashion en redes sociales y de inmediato me encantó la propuesta que tenía. Particularmente me encantan los kimonos porque me parecen una prenda divertida de usar, sobre todo cuando tu clóset es «aburrido», pues tiene prendas de un solo color. En este tiempo he descubierto que un outfit completamente negro puede convertirse en la sensación si tan solo le agregas un kimono estampado o cualquier accesorio que contraste. Desde entonces he sido fiel seguidora de las colecciones que Lura ha ido presentando en el mercado de la moda ecuatoriana, que a veces parece tan lejana o, incluso, inexistente.
Es así que si estás buscando una marca de ropa que no sea fría o impersonal, puedes empezar con Lura Bo Fashion. De inmediato podrás ver una filosofía de vida y trabajo que se conecta con una pasión por la moda. Creo que en esta marca puedes tener la cercanía que no tienes con otros productos que se tornan tan impersonales o sin ningún tipo de propósito.
Lura me cuenta que cuando ella se graduó del Instituto Tecnológico de Modas Dybrain en 2003 empezó un camino «existencialista», como ella dice entre risas. Un tiempo de hacerse muchas preguntas acerca de hacia dónde quería ir como diseñadora, pero más que todo, cómo iba a hacerlo.
Así que ahí es cuando aparece el «Lura Bo fashion & Design» (2013) porque si volvía a la moda debía ser con aires frescos y fiel a mis convicciones de vida. La pluma flotante como logotipo para mí es significativa. Es recordarme vivir la moda de manera liviana, y libre y fluir en un viaje que a veces irá más lento y en otras más dinámico.
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Una marca que me tiene totalmente y fielmente enamorada por años y hasta me ha influenciado es Temperley London (Alice Temperley su fundadora y directora creativa) amo sus vestidos, lo amo todo de ella. Y del arte Gustav Klimt, desde niña, porque mi hermana mayor siempre tenía libros de arte y me recuerdo observando largamente las obras de este artista y siempre encontrando algo nuevo. Era hipnotizante.
Bueno debo decir desde el 2015 y fue a raíz de un encargo cuando tenía mi tienda en Las Peñas. Hice uno y de ahí no paré porque los sentí como una forma de expresión textil y visual. Aparte que podía darme el lujo de probar las mezclas de estampados (el mix-match que me ha acompañado toda mi vida como diseñadora). De ahí empecé a hacer para abastecer mi tienda. Hay una anécdota que me trae lindos recuerdos. Allá en Las Peñas tenía como denominador común la clientela de muchas partes del mundo. Y recuerdo particularmente a una chica colombiana junto a su madre que aparecieron en plenas fiestas julianas del 2015. La recuerdo hermosa e imponente y se enamoró perdidamente de cada uno de los kimonos y era tan genuina su felicidad que esa noche se llevó 8, no preguntó precio ni nada. Al día siguiente regresó por los 5 que la habían terminado de enamorar. Luego supe que ella era gestora cultural en su país, es decir artista. Ese tipo de anécdotas hacen para mí que el diseño y la moda cobren sentido real. Hay emociones genuinas de felicidad que no olvidas.
Jardín Interno nace de mi momento actual de vida. Es decir sentirme por fin en equilibrio con ella y con lo que la vida nos trae día a día. Tanto lo bueno como lo malo, floreció mi jardín al darme cuenta que en esta vida todo tiene su razón de ser. Aceptación y Paz.
Por eso lo resumí en esta frase: «Todo empieza por dentro y florece por fuera». Por eso las flores, por eso el color (mucho verde, blanco y azul y obviamente estampado) por eso la liviandad y por eso buscar la frescura del algodón.
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Pues porque es congruente a mi filosofía de vida y a los principios de la marca. Porque siento que estamos terminando una década donde nos hemos acostumbrado a vivir todo de una manera demasiado acelerada donde no hay un breve tiempo al arte de la contemplación y para variar todo es descartable. En un sentido comercial a todas las marcas le convendría el fast fashion inclusive a mí porque se vendería más al hacer que algo pase de moda de un mes a otro. Y es una ecuación ganadora de volumen, baja en costos y produce ganancia rápida. ¿Pero qué sentido tiene hacer esto si el costo humano y ecológico es enorme? Creo que todos los diseñadores e inclusive consumidores deberían ver un documental que a mí me impactó. The True Cost. Y eso es lo que hace el fast fashion, aniquila negocios pequeños y lo principal esclaviza a muchos sectores vulnerables del mundo.
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Bueno para mí son una prenda que te transmite poder y distinción en el sentido de resaltarte ante el resto… Claro que debo aclarar que estas versiones de kimonos son ready to wear. Guardando proporciones con las tradicionales prendas de Japón. Hay un cierto aire de misterio en una mujer que use uno y si es Lura Bo fashion & Design más aún.
Tengo varios… Luego de Jardín Interno (adelanto que podría tener una segunda edición debido a la acogida que ha tenido), viene la colección Punto-con, que ya no serán kimonos, serán sobretodos en algodón donde el eje denominador serán los puntos y las rayas todas en un Mix and Match quizás más agresivo pero sin perder el sentido estético.
Viene una colección de una prenda que amo como son los vestidos. Los vestidos son para mí otra de las «prendas con poder».
Y mi objetivo aparte es mediante charlas dirigidas hacer uso de mis conocimientos y experiencias de vida para dar charlas a mujeres que vivan en condiciones de vulnerabilidad y poder ayudarlas a recuperar su autoestima y confianza en sí mismas.
Te invito a seguir el trabajo de Lura Bo Fashion en redes sociales. Ella hace envíos a todas las ciudades en Ecuador. Una prenda de ella en tu clóset de seguro se convertirá en la indicada para muchas ocasiones.