Compartir
Hoy te traemos nuevas herramientas y visiones para mejorar el trabajo en equipo con tus colaboradores en cualquier proyecto en que estés involucrado.
“Al trabajar en equipo se mejora la comunicación y la colaboración dentro de las organizaciones; se fomenta el aprendizaje compartido, se produce una mayor involucramiento en los procesos por parte de los empleados, se genera un mayor número de ideas”, asegura Olga Blanco, consultora de recursos humanos y especialista en coaching de equipos.
El problema de no trabajar en equipo usualmente viene de arriba… es decir, de las capas altas, que no incitan al trabajo en comunidad. Sin embargo, este sistema “aumenta el empoderamiento, el sentimiento de orgullo de pertenencia y el nivel de compromiso de los empleados”, explica Blanco.
«Solo aquellas organizaciones que cuenten con equipos sólidos, bien preparados, que trabajen en sincronía, donde todos remen en una misma dirección y estén orientados hacia la consecución de unos objetivos en común, serán capaces de obtener buenos resultados y sobrevivir en el futuro”, confirma la consultora Olga Blanco.
Variedad de roles
El sentido de pertenencia a la compañía y una buena organización logra que sobre una misma mesa se sienten representantes de distintos estratos de un departamento. En el trabajo en equipo debe primar la apertura para que todos los miembros puedan participar y aportar con libertad y además, se alimenta de varias opiniones, puntos de vista y posturas. “La gran efectividad de un equipo se basa en su diversidad: cuanta más variedad de roles exista entre los miembros de un mismo equipo, mayor será su fortaleza y su potencial para alcanzar sus objetivos”, añade Blanco.
La ciencia del trabajo en equipo
Job shadowing
Ser la sombra de otro… no parece lo mejor, pero realmente es una buena estrategia para el trabajo en equipo y aumentar la productividad de un colaborador. El término es Job shadowing (en inglés) es más fácil de lo que parece: cada nuevo colaborador pasa un periodo de tiempo con otro más experto trabajando mano a mano, como si fuesen uno solo. Esa etapa del nuevo colaborador, siendo un observador, hace que el aprendizaje sea más rápido y eficaz, además su integración entre sus compañeros será más fácil.
Usar redes sociales
No estamos hablando de Facebook o Twitter, sino de herramientas más avanzadas y enfocadas en la productividad empresarial. La consultora estratégica McKinsey&Company indica que el uso de redes sociales corporativas incrementa un 25% la productividad; ya que la relación con los compañeros de trabajo ya no se limita a hablar durante el almuerzo o el café, ahora en algunas compañías incluso está permitido chatear. Estas herramientas, como Yammer, ayudan a la integración y la valoración del trabajo dentro de la compañía, según los expertos.
FUENTE: EL PAÍS