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En primer lugar, quiero que sepan que no me gustó La Mitad Oscura de Stephen King, ME ENCANTÓ. Así, en mayúsculas y saltando por todos lados como si fuera loca. Una vez que he declarado eso, déjenme contarles de por qué este libro me habló.
Creo que todos los nacidos entre los noventa y ochenta hemos escuchado al menos de una obra de Stephen King. Aunque La mitad oscura (también traducida como La mitad siniestra), y su adaptación cinematográfica no están entre las más conocidas, esta obra es una pieza fundamental de su universo. Sí, ya saben, ese donde los deseos nunca salen como esperábamos y en el que parece que todos los protagonistas tuvieran una pata de mono como la del cuento de terror de W. W. Jacobs.
Una clave llamada La mitad oscura de Stephen King
En La mitad oscura conocemos a Thad. Él siempre quiso ser escritor y no cualquier escritor: uno famoso. Su madre estaba segura que él estaba destinado para grandes cosas (al igual que la madre de otro protagonista de King con un desconcertante don). Así pues, Thad comenzó a escribir desde pequeño con una máquina usada que sus padres le compraron con muchísimo esfuerzo.
Las máquinas de escribir siempre están presentes en la obra de Stephen King
Conforme más escribe, Thad escucha gorriones alzar vuelo. Miles de millones de gorriones revoloteando a su alrededor. Y luego de descubrir que tiene un tumor (un elemento en común con Jhonny de La Zona Muerta) es operado y el capítulo es olvidado. Thad crece y aquí es donde La Mitad Oscura se vuelve una obra maestra.
Luego de perder un premio de literatura, Thad comienza a escribir con el seudónimo de George Stark. Un hombre horroroso que les ofrece a sus lectores muchísima sangre. Los libros se vuelven una obra maestra pero con el tiempo Thad decide ‘matar’ a George, pero George no quiere morir.
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La atmósfera que crea el libro es aterradora y apabullante. Te invita a sumergirte y a la vez rezar porque nunca te topes con un tipo como George Stark, porque no podrías huir de él. Nadie puede salvarse. Es una fuerza de la naturaleza, como lo es IT o el Hotel Overlook. Es implacable.
Y la familia de Thad queda en medio de todo esto: dos bebés inocentes y una mujer que nada tienen que ver, así como un comisario de Castle Rock, donde el primer homicidio de George toma forma. Página a página vamos leyendo como Thad empieza a ceder a su mitad oscura y como George comienza a morir poco a poco. George es literatura y si Thad no escribe George muere y desaparece.
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Finalmente, en una batalla de lo más ambigua que nos muestra que el peor enemigo de Thad es él mismo, que siempre ha estado deslumbrado por George Stark, los gorriones que Thad escuchaba de niño alzan vuelo y nos llevan al final. ¿Realmente con esto termina la historia de Thad y George? No, la historia de Thad finalmente termina en Bag of Bones donde otro escritor nos cuentan qué pasó con el buen Thad.
En una próxima entrega les contaré sobre la película basada en La Mitad Oscura, pero les dejo un dato interesante sobre ella: fue dirigida por el mismísimo George A. Romero. ¿No sabes quién es? ¡El director de La Noche de los Muertos Vivientes!