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¡Dicen tanto! Pero hacen tan poco para remediar todo el deterioro que me hostiga. Les proveo un ecosistema con una biodiversidad única e incomparable… con el que ustedes, inconscientemente, se favorecen a cada instante. Yo les regalo flores y me pagan con bombas nucleares.
Reflexionar, concientizar y cuidar es el mejor regalo que hoy me pueden otorgar, para poder perdurar un tiempo más. El futuro calentamiento global les advierte que todo empeorará, es momento de actuar.
Un solo árbol es suficiente para que respire mejor una persona, es lo mismo cuando una persona marca la diferencia para vivir en mundo mejor.
La supervivencia para todos los que residen en mí se vuelve cada día más tediosa, y seguirá así mientras no se preocupen por las futuras generaciones. Son tantas las especies que se encuentran en peligro de extinción, que la codicia ya forma parte de ustedes. Abusan de la energía, no valoran el agua y talan árboles sin importar el daño que me genera.
Yo sé que las necesidades económicas y sociales han sido por años temas primordiales, pero ya es hora que alcen la voz por las necesidades ambientales.
Evidentemente es difícil liberarme de los residuos tóxicos (que tanto daño me ha causado), pero antes de que sea tarde, busquen un equilibrio que esté encabezado por el compromiso, que se desarrolle con firmeza y que se mantenga con amor. Por amor a la Madre Tierra.
22 de abril «Día de la Tierra»
Fotos: Jesús Guevara