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Después de una recesión dura, que reventó hace seis años, Grecia volvió a las urnas y prefirió una tendencia de izquierda. Su nuevo líder, Alexis Tsipras, ya ha mencionado que no piensa alejarse del euro y «poner la troika en el pasado (…) y que el círculo vicioso de la austeridad se dé por terminado». La troika es la entidad que renegoció la deuda del país y que se rige por la Comisión Europea, el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según la BBC, desde 2010, Grecia acumula una deuda externa cercana a los US$278.000 millones (casi el 175% de su Producto Interno Bruto) y todavía quedan US$8.000 millones que deben ser negociados, lo cual es el primer reto de Syriza (la Coalición a la que pertenece Tsipras) al frente del gobierno.
El Programa Salónica es lo que se viene
Syriza tiene como carta el Programa Salónica, que incluye cuatro pilares de reformas con unos gastos estimados de 11.382 millones de euros y unos ingresos de 12.000 millones. Y va por la negociación frente al discurso de «aceptación» del actual premier Samaras, quien en 2013 afirmaba que la crisis ya había pasado.
Es que como toda crisis atendida por el FMI, los números macroeconómicos mejoran sin duda, dada la austeridad y los recortes de beneficios sociales, aliado a esto el costo de la vida se complica, ya que cerca de un 70% de los fondos recibidos habrían sido para pagar intereses de deuda privada.
Frente a esto el Programa Salónica se planearía aumentar el salario mínimo de US$651 a US$843. Se dice que aumentar salarios mínimos propende a inflar aun más la economía, así que este es otro reto para el nuevo gobierno. ¿Qué más? Pues planes de electricidad gratuita para 300.000 hogares, subsidios a la alimentación, programas de vivienda, recuperación de la paga extra de Navidad, asistencia médica y ayudas al transporte para desempleados y revisión de los impuestos sobre calefacción y combustible. Por otra parte, se viene una gestión de promoción de «justicia fiscal» y alivio de la presión que hay sobre las clases medias, al abolir impuestos a biene inmuebles y gravar grandes propiedades.
También se prevé suspender embargos en caso de primeras residencias valoradas por debajo de los 300.000 euros, por el vencimiento de hipotecas. 300 mil empleos serían creados tanto en sector público como privado. Y por supuesto no falta el enunciado de «profundizar la democracia» ampliando el derecho a promover consultas y vetos, con participación ciudadana, recuperar radiotelevisión pública y regular las economías de los medios de comunicación.
El español izquierdista de Podemos, Pablo Iglesias, se ha mostrado optimista con el cambio en Grecia porque podría ser una tendencia en los cambios de gobierno de la eurozona. Eso sí, se empeña en señalar que no desea que la crisis española se convierta en lo que fue la griega, donde menciona que dsde que se inició la crisis -con las medidas de los socialistas y los conservadores- ha aumentado en un 1.500 por ciento las mujeres que se han sido obligadas a prostituirse; tres millones de griegos no tienen asistencia sanitaria o el 25% de los trabajadores son pobres aunque tienen contrato, según reseña infolibre.es.