Frida Kahlo en la cultura popular es un ícono, es un referente en el cine, la moda y la literatura. Esto está claramente evidenciado en el hecho de que ahora hasta pueda ser parte de tu armario -con camisetas y bolsos- sin que sepas de quién se trata. Sin embargo la originalidad de la artista mexicana es más que esas camisetas bonitas. Sin duda, ella es representante de una obra pictórica valiosa dentro del surrealismo latinoamericano, además de ser un referente del activismo político.

La forma de abordar el dolor y la soledad -que se presenta en los autoretratos de Kahlo- son fruto de la mortífera experiencia que su cuerpo tuvo que pasar. Un grave accidente automovilístico marcó su vida y su arte. Desde los dieciocho años quedó condenada a una serie de operaciones que deberían realizarse por el resto de su vida, además de permanecer inmovilizada.

El autorretrato “La columna rota” fue pintado en 1944  cuando su salud se encontraba tan deteriorada que tenía que llevar un corsé de acero para sujetar su columna vertebral. “Pinto autorretratos porque estoy mucho tiempo sola. Me pinto a mí misma, porque soy a quien mejor conozco”, dijo en algún momento la particular Frida. Ella era una mujer consciente de la extraña posición en que la vida la había ubicado, sin embargo su accidente fue lo que la llevó a resguardarse en la pintura.

Su potente fidelidad a la vida es una de las más grandes lecciones que los seguidores de la artista quieren referir en sus ideologías. Frida, mostró su lealtad al lugar en el que creció con todo su cuerpo. Tal como la vida le había afectado en su físico, así mismo ella se entregó de la mejor forma que podía: creció y murió en la misma casa azul, y su presencia siempre fue acompañada del exótico vestuario que no hacía más que recordar de dónde venía.

¡Miren este documental!

Ella se convirtió a sí misma en un símbolo y obra de arte. Siempre es momento de celebrar su nacimiento y vida; encontrar a Frida Kahlo en la cultura popular ha dejado mucho más que la moda de las camisetas con su cara. Su rostro tiene la pureza y la fuerza del campo cuando un tornado acaba de pasar… Cuánta frescura deja su paso.