Esther Mahlangu, de 81 años, forma parte de la tribu Ndebele en Sudáfrica. A primera vista nada la separaría de sus vecinos, excepto los coloridos diseños de su casa se parecen a otros que tal vez hayas visto antes. ¿Dónde? En el icónico art-car de BMW 525 Sedan. Hace unos 25 años atrás ella se convirtió el la primera mujer en firmar uno de esos autos.

Esther Mahlangu biografía de una artista

Hace poco, la artista fue contactada para colaborar nuevamente con el gigante de autos alemán, para un nuevo proyecto en el que pintaría el interior de un BMW Individual Serie 7. Este automóvil decorado será presentado y subastado en la Feria de Arte Frieze de Londres este año.

La obra de Mahlangu está basada en la tradición Ndebele. En su tribu, las mujeres decoran las paredes de sus casas con patrones y colores muy vivos. Estos diseños simbolizan eventos muy significativos para la comunidad y sirven también como medio de comunicación.

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Los patrones que están en los autos BMW que ha pintado mezclan la tradición de su pueblo con la esencia del BMW. «Cuando BMW me envió los paneles para pintar supe inmediatamente cuál sería el diseño y sólo tuve que comenzar a hacerlo. Mi corazón se llenó de alegría cuando BMW me pidió que diseñara para sus carros otra vez”, dijo Mahlangu.

Con casi una exposición en solitario por año, desde 1989, esta artista africana puede decir que su arte no está relacionado solo con la marcas que apuestan por ella. De todas formas, varias marcas prestigiosas han querido asociarse con su arte y colaborar con ella. Así en agosto pasado, se unió a Belvedere Vodka en RED, la campaña de la lucha contra el Sida. También tuvo una colección de zapatillas Eytys e incluso su obra estuvo en las colas de los aviones de British Airways.

El camino del arte

Esther Mahlangu comenzó a pintar con la ayuda de su abuela y su madre a la edad de 10, siguiendo la tradición de su tribu. Además aprendió el arte tradicional de abalorios. Estas primeras lecciones forjarían en ella el deseo de aprender más y a futuro le servirían en su carrera artística.

La técnica tradicional de la pintura mural Ndebele dicta que las paredes de una casa se decoran con diseños hechos en color arcilla. Durante la década de 1940 se introdujo el uso de pinturas modernas, lo que revolucionó el arte de esa comunidad. Los colores brillantes y las figuras geométricas están desde entonces asociados con la producción artística de esta comunidad.

Ya en la adolescencia Mahlangu destacaba por su ejecución de las técnicas tradicionales de la pintura mural Ndebele. Ésta la hacen solamente las mujeres y solo para las ocasiones especiales. Su trabajo se hizo conocido y comenzó a recibir encargos. Pronto, se encontró viviendo dedicada a la pintura, promoviendo la cultura de su pueblo con integridad y sensibilidad.

A pesar de ser un ícono en Sudáfrica, de tener varios premios por su obra, y de su popularidad en todo el mundo, Mahlangu asegura que sigue siendo la misma persona sencilla de siempre.

“Mi arte me ha llevado a todo el mundo y he conocido muchos lugares. He pintado muchas paredes y objetos y mi trabajo está en varios museos, pero sigo siendo la Esther Mahlangu de Sudáfrica”.

Ella continúa estando vinculada a la vida comunitaria de su tribu, donde está involucrada en proyectos de desarrollo sostenible. Ahí también capacita a las mujeres jóvenes el arte de sus antepasados. Y cuando no está trabajando, disfruta de la compañía de sus 11 nietos y siete bisnietos.

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Foto principal: BMW Blog

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