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Esto no es nada nuevo, escribir ha servido durante años como una especie de terapia que ha ayudado a varias personas a sentirse más conformes consigo mismas o simplemente a sentirse libres de esos pensamientos que las atormentan. No te será complicado relacionar las siguientes palabras con algún amigo o contigo mismo.
En estos últimos días he estado mal tripeada, a tal punto de llorar inconsolablemente… Usualmente quien me ayuda en esos momentos de desesperación es mi hermana, pero ella ha estado de viaje por trabajo, así que he tomado un cuaderno viejo y una pluma para sacar de mi cabeza todos esos pensamientos negativos y horribles que me hacen daño. Sé que lo que sentimos parte de un pensamiento y soy de las personas que necesita liberarlos, a los pensamientos y sentimientos. La pluma y el papel me han ayudado en estos días y en otros momentos parecidos. Hace años una amiga me lo recomendó: “Escribe lo que tengas que decir y luego bótalo”. Es un tanto liberador.
Esto fue lo que me comentó una amiga. Probablemente tú hayas pasado por una situación similar. Además, es lo que varios estudios han confirmado durante años, razón por la cual psicólogos y psiquiatras han utilizado la escritura como método de trabajo para sus pacientes.
Efectivamente la escritura puede servir como terapia, y la Universidad de Nueva Zelanda lo confirma en el estudio ‘Escritura expresiva y curación de heridas en personas mayores’, realizado por la psicóloga Elizabeth Broadbent. Allí no solo confirma los beneficios de la escritura en la situación anímica de la persona, sino también en el aspecto físico. El experimento se realizó a 49 adultos de entre 64 y 97 años, a los cuales se les hizo una biopsia que dejó una herida en sus brazos. Luego se dividió al grupo de adultos en dos, a uno de los grupos se le recetó que escribiera por 20 minutos todos los días. Finalmente, la investigación concluyó que:
A los once días, un 76,2% de integrantes del primer grupo ya había curado la herida, frente al 42,1% del segundo.
La razón de por qué la escritura tuvo un efecto cicatrizante físicamente fue explicada de la siguiente forma: “El estrés y la depresión están relacionados con una curación de las heridas más lenta”. Es así que, el escribir tus sentimientos, emociones y pensamientos, ya sea a través de una carta o de un cuento, ayuda a sanar tu alma y cuerpo.
[easy-tweet tweet=”Escribir ayuda a sanar tu alma y cuerpo.”]
Ahora que lo sabes, querrás escribir como terapia. Aquí queremos darte algunos ejercicios fáciles que te ayudarán a empezar.
- Escribir una carta, describiendo cada sentimiento y emoción. Esfuérzate para dar detalles sensitivos, como olores y sabores. Piensa en alguien a quien puedas dirigirte, puede ser alguien a quien admires.
- Piensa en uno de tus miedos más grandes y escribe un relato en el que tu protagonista derrote ese miedo.
- Escribe un diálogo. Lo mejor es que solo intervengan dos personajes, uno debes ser tú y otro puede ser la persona más sabia que conozcas. Puede ser tu mamá, tu abuelo o quizás un escritor que has leído.
- Si te cuesta mucho ser creativo como para hacer poesía o cuento, solo toma el papel y escribes sin filtro, lo primero que salga de tu cabeza.