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Entre tanto caos que la pandemia ha causado, resulta impresionante ser testigo de cómo ha sido el impacto positivo que ha tenido el planeta entero a través de toda esta crisis. El respiro que ha tenido el medio ambiente mientras gran parte de la población está en cuarentena, es abrumador.
La recuperación de ecosistemas, la reducción de gases de efecto invernadero y la disminución del tráfico ilegal de fauna salvaje, son algunos de los beneficios medioambientales que esta pandemia nos deja. Pero este respiro podría resultar ser solo un corto receso para el planeta si los ciudadanos no tomamos conciencia de lo que hemos estado haciendo al medio ambiente durante tantos años.
El presidente de Atzallan Manantial de la Sustentabilidad, Isaac Malagón Coronado, asegura que: “el hecho de que las personas no salgan a la calle significa que generarán menos residuos, no utilizarán el transporte público ni sus autos, lo cual ayudará a disminuir los gases de efecto invernadero y, en consecuencia, ayudará de manera temporal al medio ambiente”.
Los días de cuarentena en países de Europa como Italia, han ocasionado el retorno de animales, como, por ejemplo, patos silvestres y jabalíes. El turismo masivo que azota con regularidad ciudades como Venecia, con su ausencia por el Coronavirus, ha hecho que el agua de los canales luzca mucho más clara debido a la nula presencia de turistas y de tráfico de góndolas, ocasionando así que al mismo tiempo varias especies de peces salgan a la vista, al igual que cisnes.
En otros escenarios se encuentra la parálisis industrial en países como España y China. La reducción de la frecuencia de vuelos entre diferentes destinos, así como del tráfico vehicular interno y el encierro forzoso en el que se encuentran miles de personas en varias ciudades del mundo, han permitido que se disminuya el nivel de emisiones de gas. Esto causa a algunos cierta preocupación, debido a que cuando toda la crisis del Coronavirus termine, los países y fábricas se verán desesperados en que se encamine su economía, generando de esta manera que vuelva a aumentar las emisiones contaminantes por encima de promedios históricos en su desesperación de recuperación financiera.
Los animales de fauna salvaje también han tenido paz en medio de todo este caos, y es que la prohibición temporal del comercio de fauna silvestre impuesta por China para combatir el Coronavirus, se ha convertido en la tabla de salvación para muchos animales en peligro de extinción. El tráfico ilegal de fauna silvestre mueve alrededor de 20.000 millones de dólares al año y es el cuarto comercio ilegal más grande después de las drogas, el contrabando de personas y falsificación.
Isaac Malagón, recalca: “hay que hacer hincapié en que estos efectos positivos al entorno son a corto plazo. Sin embargo, una vez que el coronavirus pase, los cambios que se generaron en el medio ambiente se podrían aprovechar para comenzar a crear una relación directa entre el estilo de vida y el cuidado del hábitat”.
Si hay algo realmente importante que debemos destacar de todo esto, es que una vez más la tierra nos hace un llamado de auxilio y es de vital importancia tener una mayor conciencia social frente al cuidado del planeta y el uso racional de los recursos naturales.