Compartir
Los efectos de las mudanzas en los niños suelen llevarlos a tener reacciones variadas que van desde retrocesos en procesos de aprendizaje hasta síntomas de irritabilidad y ansiedad. El cambio de casa, de barrio o de ciudad puede resultar drástico a nivel emocional pues se deja atrás más que un hogar: se dejan recuerdos, momentos felices y una parte de nosotros mismos.
Efectos de las mudanzas en los niños y qué puedes hacer
Te contamos qué puedes hacer para afrontar esta situación sin estrés:
1. La comunicación es la clave
Los padres deben comunicar a los niños sobre la mudanza y las razones por las que ésta se va a dar. Ya sea por divorcio, trabajo o porque -al fin- tendrán casa propia, los pequeños deben estar informados. Hablarles de manera apropiada, con palabras que entiendan y haciéndoles ver el lado positivo del cambio hará que los niños se sientan seguros.
2. Crea horarios y rutinas
Los niños y adolescentes se sienten más seguros cuando sus rutinas son consistentes. Los días y meses que siguen a la mudanza deben tener horarios y rutinas que faciliten el cambio. Así ellos saben qué esperar, que todavía tienen tiempo para ser niños, jugar con sus amigos y sentir que son una parte importante de la unidad familiar.
3. Toma el camino honorable
Cuando los cambios familiares surgen debido a los problemas de relación entre los padres, la mudanza puede tener como «valor agregado» una gran tensión adicional. Sin importar lo que haya pasado entre los padres, es importante mantener a los niños fuera de los argumentos entre sus padres. No peleen frente a los niños, hablen de los inconvenientes y nuevas dinámicas cuando estén a solas.
« Lee también: ¿Niños quisquillosos para comer? La ciencia dice que no es culpa de los padres »
4. Échale un ojo a los cambios de comportamiento
No es raro que los niños, de cualquier edad, digan que entienden y están bien con un cambio en la dinámica familiar. Sin embargo, comienzan a manifestar signos de que están luchando emocionalmente. Esto se presenta en varias formas: problemas académicos, comportamiento agresivo o disruptivo, problemas de sueño, ansiedad o depresión. Si notas cambios en tus hijos, conversa con ellos sobre cómo se sienten y déjales claro que pueden hablar contigo de ello.
5. Deja que expresen sus sentimientos
A veces, los niños -especialmente los niños mayores y los adolescentes- evitarán expresar cómo se sienten porque no quieren añadir más estrés a la situación. También puede deberse a que estén luchando emocionalmente. Deja claro que quieres escuchar lo que están pensando y sintiendo. Si no se sienten cómodos hablando contigo, animarlos a hablar con otro miembro de la familia.
6. Recuerda que los niños pequeños también necesitan apoyo
Los niños pequeños no han desarrollado la capacidad de procesar realmente algunos conceptos como el divorcio o la enfermedad. Encuentra recursos y herramientas en línea para conocer las mejores maneras de comunicarse y apoyar a los niños más pequeños. Simplemente porque no pueden entender completamente lo que está pasando, no significa que no sientan la tensión o la ansiedad, por lo que es importante no asumir que son demasiado jóvenes para hablar con ellos.
¿Has notado otros efectos de las mudanzas en los niños?
¡Cuéntanos en los comentarios!
« Te puede interesar: Tus abuelos y padres vivirán más si los visitas con frecuencia »