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Si eres profesor hoy es tu día. ¡Felicitaciones! Sabemos que por tu amor a la enseñanza millones de niños reciben educación, amor y consejos de vida. El Día Internacional del Docente (World Teacher’s Day) se celebra cada 5 de octubre y en esta ocasión queremos contarle a todos los que tienen, tuvieron o tendrán un profesor que serlo conlleva mucha responsabilidad, entrega y horas de sueño.
1. Tu jornada de trabajo no se limita a 8 horas al día
Así seas profesor de primaria, secundaria o de universidad pasas normalmente trabajando las 8 horas de la jornada normal porque al salir del instituto aún debes corregir exámenes, deberes, lecciones, supervisar proyectos, preparar las 8 horas de clases del día siguiente… y tener una vida (que se resume en dormir y ver Netflix porque están cansadísimos).
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2. Tus vacaciones no duran lo mismo que las de tus estudiantes
Las épocas de vacaciones son en las que más se trabaja. Las reuniones departamentales para el próximo año, el cambio de malla curricular, capacitaciones, planificaciones y otros asuntos por el estilo acortan tus vacaciones. Eso significa menos tiempo de margaritas y sol. Tus estudiantes también tienen la culpa porque SE QUEDAN EN SUPLETORIOS O PIDEN EXÁMENES DE GRACIA. Hacerlos no significa soltar algunas preguntas para que contesten. Crearlos implica que deben ser revisados y aprobados. Luego, debes tomarlos, revisarlos y dar las notas a tus estudiantes. Todo para que los pequeños monstruos vuelvan a quedarse y pidan otro examen porque «no les da la nota para pasar». Are you kidding me?
3. Tus estudiantes se distraen y no valoran tu trabajo
Sabes que los estudiantes te consideran un fracasado porque «solo eres profesor» y se toman todo el tiempo del mundo para ver sus teléfonos en clase. Sí, esa que te pasaste preparando hasta las 1:00 am ayer porque no te da el tiempo. ¡Qué bueno que tienen internet y sus padres les han comprado el último iPhone!
4. Sueles toparte con «minigenios» que creen saber más que tú
Siempre te toparás con ese minigenio que cree saberlo todo porque leyó UN artículo de Wikipedia. Nuestro consejo: mantén la calma e ignóralo. Tienes otros 25 otros estudiantes que atender.
5. De vez en cuando te tocará lidiar con el/la estudiante enamorad@
Ser profesor es tener la mirada fija de máximo 30 estudiantes en ti. Verán tus defectos y tus virtudes. Y claro, verán cómo te vistes el lunes por la mañana cuando abrir los ojos es un trabajo de fuerza mayor. Aún así, habrá un estudiante que se enamore perdidamente de ti. Y sí, tendrás que lidiar con eso. Nuestro consejo: mándale más tarea.
6. Todos creerán que pueden decirte cómo hacer tu trabajo
‘Ser profesor no es difícil, solo tienes que repetir lo que dicen los libros, ¿verdad?’. ‘Si estás en un preescolar es más fácil porque solo los haces pintar’. ¡Ponlos a ver una película todo el día y ya está!’. NOOOOO. Siempre habrá que alguien que reduzca tus habilidades docentes a cero. Nuestro consejo: asiente y vomita en una esquina.
7. Tu sueldo no refleja tus responsabilidades
Ganas menos de lo que deberías, lo sabemos. Cuando un estado entra en crisis lo primero que se recorta es el sueldo de los maestros. ¡Injusticia! Y encima, sabemos que siempre conocerás a alguien que gana tres veces más que tú y tiene tres veces menos trabajo. Ay, la vida.
A pesar de todas las cosas que pasan, los profesores siguen siendo docentes porque aman su trabajo, porque les preocupan sus estudiantes más allá de sus aulas de clase y porque quieren que todos tengan éxito. ¡Son geniales!