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De seguro te sentirás identificado con uno de estos dos casos:
- Cuando llamas a tu novio por el nombre de tu ex y el tiempo parece detenerse.
- Cuando le dices «mami» a la profesora del colegio y todos tus compañeros empiezan a reírse.
Te ha pasado, ¿no? De repente solo alcanzamos a decir que hemos sufrido un lapsus brutus (nombre vulgar que le hemos puesto) mientras caen las miradas juzgadoras. Pues bien, estas equivocaciones el médico neurólogo Sigmund Freud las denominó lapsus línguae, las cuales serían una especie de pistas del inconsciente que se traducen en errores verbales. Él afirmó que eran importantes ya que podrían revelar impulsos escondidos en el inconsciente. Sin embargo, no todos los estudiosos del campo mental están de acuerdo con esta teoría, de todas formas es difícil de comprobar.
Entonces, ¿son deslices freudianos o equivocaciones inocentes?
Creo que todos hemos podido darnos cuenta que cuando no queremos pensar en algo, de todas formas pasa. Porque por más que nos esforcemos, nuestra mente nos juega sucio, ¿verdad? Este es el «problema del oso blanco» -como lo llamó el escritor ruso Fiódor Dostoyevski- que lo explica así:
Mientras tratemos de no pensar en un oso blanco, más lo vamos a hacer.
Creo que todos coincidimos con esto, pero aún queda la pregunta: ¿Nuestros errores pueden considerarse inocentes o son deslices freudianos?
Rob Hartsuiker, psicolingüista de la Universidad de Gante (Bélgica), piensa que la mayoría de errores que cometemos son «sin querer queriendo». La evidencia experimental muestra que si dos palabras tienen el mismo significado contextual y una vocal similar, es probable que nuestro cerebro mezcle todo. «Esto es muy típico, y también es algo que Freud ignoró», dice Hartsuiker.
Además, otra de las razones por la que los doctores dicen que solemos equivocarnos es por estrés o ansiedad. De manera que, puede que esas veces que dijiste algo «sin darte cuenta» sea solo un error inocente. Pero, no todos están a favor de esta consigna hay quienes siguen defendiendo los postulados de Freud y las revelaciones secretas del inconsciente.
En realidad, muchos estudiosos del tema optan por un equilibrio entre ambas posturas. Entonces, no todos los errores verbales que cometemos son pistas de impulsos prohibidos escondidos, pero tampoco todos son solo inocentes. Nuestros errores, en su contexto, deben ser objeto de estudio. Algunos podemos pasarlos por alto pero, ¿de verdad crees que es inocente llamar a tu novio con el nombre de tu ex?
«¿Estoy de acuerdo con Freud en que todos los deslices son freudianos? Bueno, no. Pero ¿creo que existe tal cosa? Sí, lo creo», asegura el psicólogo de la Universidad de California, Michael Motley.
FUENTE: BBC