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En muchas ocasiones solemos sentirnos ofuscados, estresados, desmotivados, al punto donde creemos vamos a colapsar.
Cuando empezamos a sentir pérdida de interés por las actividades que más disfrutamos, cuando ya no queremos ver a esa persona que más queremos en el mundo, nos empieza a costar concentrarnos, en fin.
Todas esas sensaciones nos llevan a pensar que solo estamos atravesando por un momento de tristeza, quizá por algo en específico, seguramente. Pero, la verdad es que, todos esos síntomas mencionados arriba, son solo algunas de las señales que arrojan la presencia de una depresión.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión se define como:
“Un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.
Siendo así, la depresión estaría clasificada como un trastorno del estado de ánimo, el cual, podría escaparse de nuestras manos, pues muchas veces, podría convertirse en una enfermedad crónica, lo que significa, que podría tener una duración a largo plazo, y la persona tendría que ser medicada para su debido control.
La OMS indica que la depresión debe ser tomada con seriedad, debido a que “en su forma más grave, ésta podría conducir al suicidio”.
¿TRISTEZA O DEPRESIÓN?
Es vital aprender a diferenciar la tristeza de la depresión, es decir, entender de dónde viene cada una.
En oportunidades escuchamos a algún amigo o familia decir “estoy deprimido”, pero la realidad es que probablemente esa persona solo esté triste porque no ha salido bien en sus calificaciones, por ejemplo, o porque quizá tuvo una discusión con su pareja, y así.
La tristeza es un estado de ánimo “predeterminado” del ser humano, así como la alegría, la molestia, el miedo. Por ende, todos la experimentamos en algún momento de nuestra vida, por un motivo específico, porque es un sentimiento totalmente normal.
En cambio, cuando hablamos de la depresión, ésta se mantiene como una sensación constante, que permanece en la persona, y, a diferencia de la tristeza, la depresión se mantiene sin alguna razón aparente, ella simplemente está.
De hecho, la persona que la sufre, ni siquiera puede explicar qué la está haciendo sentir ese tipo de trastornos.
¿EXISTEN TIPOS DE DEPRESIÓN?
Como habíamos mencionado anteriormente, este tipo de trastornos deben ser tomados con seriedad, pues son una enfermedad, y en su peor forma, y si no se obtiene a tiempo la ayuda necesaria, podría conllevar a una persona a quitarse la vida.
Según expertos, si la depresión es leve, podría ser tratada sin necesidad de algún medicamento, pero, cuando ésta se presenta de una forma más grave, la persona necesita del apoyo de sus allegados para que asista a terapias profesionales y así pueda ser medicado, esto si es que la persona no decide ir por si sola.
SER MÁS EMPÁTICOS
Uno de los principales errores en los que cae el ser humano cuando de depresión se trata, es subestimar a aquél que la está padeciendo, sea ésta leve o no.
Por ejemplo, cuando vemos a una persona que pasa mucho tiempo en su cuarto, sin levantarse de la cama, o que pasa días sin comer, o está todo el día “ausente” de un lugar, con un estado de ánimo totalmente bajo, nunca mostramos preocupación por él o ella.
Caemos en el error de decirles frases que pueden ser realmente hirientes a su situación, quizá maximizando su trastorno depresivo.
“¡Sal ya de ese cuarto!”, “¿cuándo quitarás esa cara de amargura?”, “¡¿qué demonios te pasa ahora?!”, en fin, miles de cuestionamientos, en lugar de tomarnos el tiempo de preguntarles algo tan sencillo, como: “¿estás bien?”, “acá estoy para ti, cuenta conmigo”, “¡todo va a estar bien!”.
Este tipo de muestras de apoyo con una frase tan simple, pueden realmente marcar la diferencia en la vida de una persona que se encuentra sufriendo de depresión, al punto de salvar su vida.
LA EMERGENCIA SANITARIA HA EMPEORADO LOS CUADROS DEPRESIVOS
Con la llegada del coronavirus y del confinamiento forzado, hizo que los pacientes que se encontraban con cuadros depresivos, empeoraran su estado.
Esto, debido a la sensación de encierro y a que quizá, sus problemáticas en casa, por violencia, maltrato, o sea cual haya sido el daño, hayan incrementado su cuadro, dándoles como “única” solución, el suicidio.
Tomar cada señal por mínima que ésta sea y que muestren algunas personas de nuestro alrededor, que sean indicadores de depresión, debemos tomarlos en cuenta y tratar de ayudarlos.
SEÑALES QUE SE DEBEN TOMAR EN CUENTA
- Continua expresión de fracaso, vacío o inutilidad.
- Realiza acciones que indiquen su desaparición: regalar cosas, despedidas, escribir notas.
- Aislamiento
- Busca indagar sobre la muerte y el suicidio.
- Uso excesivo de sustancias dañinas: drogas, alcohol, cigarrillos.
- Amenaza o comenta el deseo de quitarse la vida.
Todas estas son señales importantes a las que se le deben prestar atención para buscar manejar la situación de inmediato.
Educarnos en cuanto a estos temas es necesario, los trastornos mentales o depresivos, se deben reconocer y, sobre todo, ser tratados.
Aceptar que la persona necesita ayuda para así, poder ofrecerle los tratamientos necesarios, como las terapias tempranas y los medicamentos adecuados que busquen su mejoría y así, poder evitar en el futuro cualquier tragedia que pudo haber sido prevenida.