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¿Cuántas veces has dejado una meta a la mitad? ¿Cuántas veces la has cumplido hasta el final? Sea cual sea la cuenta, muchas veces el problema de no lograr nuestros objetivos no tiene nada que ver con el proceso en sí, sino en el planteamiento de la misma meta. Cómo establecer metas es el primer gran paso para cumplirlas y aquí te damos un guía que te ayudará llegar hasta el final.
Cómo establecer metas
Ya hemos hablado de esto de la ciencia de trazar metas y queremos refrescar esos pasos con unos aún más específicos. La idea es que te plantees metas que realmente vayas a cumplir y para ello debes:
Paso 1: Establece metas significativas
Esto podría parecer un paso demasiado difícil, pero es uno de los más importantes. Si tu meta es bajar de peso, medita por qué o para qué quieres hacerlo, si quiera tres veces. Este diálogo introspectivo podría ser algo así:
Quiero bajar de peso.
¿Por qué quiero bajar de peso?
Porque quiero sentirme mejor con mi cuerpo
¿Por qué quiero sentirme mejor con mi cuerpo?
Porque mejora mi salud
¿Por qué quiero mejorar mi salud?
Porque quiero disfrutar tener una vida saludable para disfrutarla más tiempo.
Si encuentras una razón significativa al plantearte esa meta, encontrarás tu compromiso con la meta. Además, este ejercicio te servirá cuando estés en el proceso hacia lograrla y quieras desistir.
« ¿Todavía no te has planteado metas? Qué tal estas 25 cosas que toda persona debería hacer por sí misma una vez al año? »
Paso 2: Sé específico y toma la responsabilidad de tu meta
Ahora que te has planteado una meta, tal vez esta sea muy general. «Bajar de peso» es una meta excelente, sin embargo tiene que ser más específica. Aquí te damos una fórmula:
- Pon tu meta en una oración que inicie contigo delante de todo. Esto te hará 100% responsable de tus objetivos.
- Ser responsable con tu meta también significa plantear objetivos razonables, no algo excesivamente difícil de lograr. Si quieres bajar de peso, 50 libras en un mes es una exageración. ¿Qué tal 5 o 10 libras por mes? Ten en cuenta tus fortalezas y debilidades -sin justificarte o esconderte en ellas- para trazar un logro alcanzable.
- Piensa en una cifra (si lo que quieres lograr tiene que ver con una cantidad) y fecha de ‘entrega’ alcanzable también. Ponerle una fecha a tu meta te ayuda a mantenerte enfocado en ella y no procrastinar en el camino.
Así, tu meta se verá algo así:
Yo voy a bajar 20 libras de peso para el 30 de abril de 2016.
Márcalo en el calendario, ponte una alarma, úsalo como fondo de pantalla, si te ayuda.
Paso 3: Un paso a la vez o cómo voy a lograr mi meta
Tenemos nuestra gran meta, estamos comprometidos con ella porque encontramos una razón significativa para lograrla, y hasta le hemos puesto fecha de entrega. Puede que vayas corriendo a tu meta sin fijarte en el camino y tropieces fácilmente. O por el contrario, la veas tan lejos que te distraigas en el camino.
Define los pasos que te llevarán a tu gran meta (sigamos con el ejemplo de bajar de peso), y define pequeños pasos que te llevarán a ella. Estos pueden ser diarios, semanales, mensuales, trimestrales… ¡Cómo quieras! Se verá algo así:
- Lunes: Pesarme y pedirme. Definir un plan alimenticio para mi primer mes.
- Martes: Hacer una lista de alimentos saludables y comprarlos en el mercado.
- Miércoles: Comenzar mi plan alimenticio en el que reduciré azúcares y carbohidratos.
- 30 de enero: Pesarme y tomar medidas. Ver resultados y redefinir plan alimenticio de ser necesario. Inscribirme en el gimnasio.
Así, tomarás un paso a la vez, teniendo siempre en mente esa gran meta. Además será tu propio «checklist» antes de tu meta.
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Paso 5: Compártela (encuentra apoyo)
Ahora que ya sabes qué quieres lograr, cómo, cuándo y por qué, comparte tus metas con amigos, compañeros y/o familia; de manera que evites el autosabotaje. Estas personas con quienes compartes tu metas estarán interesados en que las cumplas y te las recordarán en momentos de debilidad. Además, es una excelente oportunidad de realizar trabajo en equipo.
Compartir tus metas con alguien podría motivar a esa persona a compartir las suyas contigo y juntos trabajar para lograrlas, aún si estas difieren totalmente. Tú quieres bajar de peso y él quiere comprar un carro nuevo. Cada uno estará enfocado en sus propias metas, pero atentos también de que el otro las cumpla.
Paso 4: Piensa en una recompensa
Ahora que bajaste esas 20 libras de peso piensa en la recompensa que te darás por lograr tu hermosa meta. Sí, seguro que lograr la meta en sí es bastante recompensa, pero es hora de que te des un gusto por tu arduo trabajo.
Procura que tus recompensas vayan en pro de tu meta, que no sea -por ejemplo- comerte una torta de chocolate entera. ¿Qué tal un nuevo pantalón o vestido? Seguro las prendas de tu ropero te quedan muy flojas, ¡te lo mereces!