Leer es uno de mis quehaceres domésticos favoritos, es de los mejores porque no es necesario estar solo en casa, también puede ser en la banca del parque, parada en el bus o haciendo fila en el banco. Sin embargo, aunque es fácil sacar el libro y empezar a leer, muchas veces me doy cuenta que en la mitad de la página estoy divagando en mi mente sobre las obligaciones de mi día. De inmediato me doy cuenta que no puedo describir nada de lo que ha pasado en los últimos párrafos leídos. Esto se dificulta aún más cuando se trata de un libro de no ficción en el que recibo puros datos duros o pensamientos complejos.

Realmente no solo es necesario saber leer, sino PODER leer bien. Y, aunque pocos quieran aceptarlo, requiere de algunos métodos o si quieres verlo de otra forma: disciplinas, que te ayuden a guardar en tu memoria lo que lees. Porque, si no puedes recordar nada de lo leído, ¿de qué sirve? Es por eso que, en mi afán de buscar soluciones investigué sobre ello. Allí encontré tres componentes con los cuales se construye la memoria. 

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Esto es lo que menciona Sam Brand, un experto en Desarrollo y Marketing Comunitario en Stack Overflow, un lugar ideal para programadores y profesionales de la informática. Él describe los tres componentes y asegura que la práctica de ellos ayudará a desarrollar tu capacidad de recordar las cosas. ¡Veamos!

1. Impresión 

Cuando te impresionas con algo, sea pintura, idea, rostro, situación o texto, la probabilidad de que lo recuerdes después es mucho mayor. Solo piénsalo, la impresión que causa un robo no puede olvidarse fácilmente, pues bien, eso mismo es lo que puede causar una lectura. Para incrementar tu capacidad de asombro mientras lees, prueba con dos cosas: leer en voz alta y recrea en tu mente las situaciones.

2. Asociación

Cuando lees algo y lo relacionas con alguna vivencia u otra lectura alterna, tendrás mayores posibilidades de recordar lo leído. La memoria es poderosa, lo único que debemos saber es cómo manejarla y con este consejo verás lo fácil que es recordar esas cosas que quizás parecían fáciles de olvidar. Solo recuerda, si al personaje que estás leyendo le pasa algo que te ha pasado a ti o tiene una característica tuya, asócialo y verás que no lo olvidarás jamás.

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3. Repetición

Si has leído una novela o cuento más de dos veces de seguro te habrás dado cuenta que resulta bueno como método para recordar. Lo mismo pasa cuando cantamos una canción repetidas veces, o repetimos correo electrónico, es casi imposible que lo olvides.

Entonces, cómo concentrarse al leer no volverá a ser un problema mientras empecemos a practicar estos tres principios. Yo empezaré a probarlos desde ahora… Dejen sus comentarios de cómo les va.