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La política del hijo único fue implementada en China en 1979, hace por lo menos tres décadas. Rápidamente ésta se convirtió en la política reproductiva más polémica hasta que el 29 de octubre, el gobierno de chino anunció su fin.
La agencia estatal de noticias Xinhua informó que «A todas las parejas se les permitirán tener dos hijos», indicó citando un comunicado del Partido Comunista al dar a conocer la información.
La clave para el cambio de la política reproductiva ha sido la preocupación por el envejecimiento de la población en el gigante asiático. En la actualidad China cuenta con una población de 1.367’820.000 habitantes (hasta 2014) y se calcula que para 2050 la mayoría de la población tendrá más de 65 años. Esto crea preocupación en el gobierno, ya que la economía del país se sustenta en su amplio sector industrial, que necesita de jóvenes.
La política del hijo único tenía el objetivo de reducir la tasa de natalidad y frenar el crecimiento de la población, en el país más poblado del mundo. Aquellas parejas que violaban la norma, enfrentaban una variedad de castigos, desde multas y despidos hasta abortos forzados. Desde que entró en vigencia, se estima que la política china del hijo único ayudó a prevenir alrededor de 400 millones de nacimientos.
Con el transcurso del tiempo, la política se ha ido flexibilizando en algunas provincias; pues tanto sociólogos como demógrafos han expresado su preocupación por los costos sociales de la medida y la caída del número de trabajadores. Sin embargo, el Partido Comunista chino empezó formalmente a relajar las normas nacionales hace dos años.
Consecuencias de la política del hijo único
La política del hijo único resultó en un gran costo social: abandonos, infanticidio, esterilizaciones y abortos forzados, además de abortos selectivos de género. Con la posibilidad de poder tener dos hijos sin necesidad de pagar multas, aún hay quienes creen que esto no ayudará a que haya más niños con hermanos en China.
«Mucha gente que nació en los 1980 y los 1990 no quieren ahora tener dos hijos», dijo Lu Jiehua, profesor de la Universidad de Pekín a la cadena británica BBC. «Quieren un sólo hijo porque tener otro ahora es una opción demasiado costosa en este país», añadió.