Un día como hoy nació Charles Chaplin.  Quién no recuerda a ese gran actor que llevaba siempre un traje peculiar y divertido. Pantalones holgados, una chaqueta ajustada, zapatos anchos y  un pequeño bigote que indudablemente lo caracterizó por años.

Asimismo, uno de los hombres más reconocidos por su gran trayectoria como actor, guionista, músico y director. Perfeccionaba con su autenticidad el mundo de la cinematografía…(lo que tanto amó).

Pero, ¿por qué el mundo extraña a Chaplin?

Charles Chaplin era mucho más que un personaje, pese a que sus actuaciones eran con un propósito de  exaltar generosidad, dignidad, libertad, amistad y amor. Más allá del toque sarcástico en cada interpretación, subliminalmente transmitía sensibilidad y la importancia de ser realmente humano y compasivo. Un hombre querido por niños, hombres y mujeres , sin importar raza ni religión alguna, su satisfacción era la unión, cosa que logró.

Detrás de cada éxito, risas y aplausos, Chaplin  maniobró de la mejor manera cada recuerdo de su niñez. Su infancia fue dura, tan dura que se sintió obligado a madurar rápidamente. Su padre fue alcohólico y su madre sufría de estados emocionales no favorables para un niño de apenas tres años. Causa por la que atravesó la separación de sus padres a temprana edad.  Aún y cuando su niñez se volvía inestable en un orfanato,  las circunstancias no fueron un  obstáculo para no luchar por sus sueños mientras iba creciendo. Trabajó en bares, aprovechó cada una de las oportunidades que le ofrecían  para sobrevivir. Con el pasar de los años el destino conspiró tanto a su  favor que logró cautivar a la gente con su genialidad, logrando ser un icono universal.

Es así como a través de la humildad y perseverancia Chaplin dejó claro que todo es posible cuando realmente luchamos por nuestros sueños.

“La risa es un tónico, un alivio, un respiro que permite apaciguar el dolor”. Charles Chaplin, por siempre nuestro Charlot.

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