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En los días previos al acceso masivo a Internet, si tenías una pregunta difícil realmente debías buscar la respuesta. Tenías que preguntar si alguien que conocías resolvía tus dudas. O tenías sacar una enciclopedia para buscar ahí. También tenías que ir a la biblioteca e investigar. El proceso resulta más fácil ahora que solo tienes que googlearlo. Sin embargo, los estudios sugieren que este acceso a la información está creando cambios en el cerebro humano.
Cambios en el cerebro humano ¿cortesía de Internet?
Gracias a la tecnología y, al Internet en particular, el cerebro ya no necesita depender de nuestra memoria para recordar hechos al azar o piezas de información. Después de todo la memoria humana tiende a ser poco fiable. Piensa en esto: ¿cuándo fue la última vez que memorizaste el número de teléfono de alguien? De seguro pensaste que hace mucho que no lo haces porque el número está guardado en tu memoria de celular. Entonces, estamos dejando que la tecnología realice las funciones que antes tenía nuestra propia memoria. ¿Estamos haciendo de Google nuestra memoria colectiva?
Nuestro cerebro virtual
Una reciente investigación de las universidades de California e Illinois descubrió que nuestra creciente dependencia de Internet está transformando la manera en que pensamos y recordamos. En el estudio, se pidió a dos grupos de personas responder una serie de preguntas. A los del primer grupo se les pidió que usaran únicamente su memoria. Mientras que al segundo grupo se le dio acceso a internet. Ambos grupos tuvieron una segunda serie de preguntas, pero más fáciles y con ellas opción a usar Internet. Aquí los científicos notaron que quienes usaron Internet en la ronda anterior fueron más propensos a usarlo de nuevo. Y no solo eso, sino que también fueron más rápidos al hacerlo, con muy pocos intentos de averiguar la respuesta a sí mismos. ¡Incluso cuando las preguntas eran relativamente simples!
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El estudio evidenció una tendencia a la que los los investigadores se refieren como “cognitive offloading” o “descarga cognitiva”. Resulta tan fácil buscar información en línea que estamos renunciando a intentar recordar ciertas cosas.
“Mientras que antes podríamos haber tratado de recordar algo por nuestra cuenta, ya que no nos molestamos. A medida que más información está disponible a través de los teléfonos inteligentes y otros dispositivos, nos volvemos cada vez más dependientes de ésta en nuestra vida diaria”, dice Benjamin Storm, autor principal del estudio.
¿Cómo cambia Internet nuestro cerebro?
Este último estudio se basa en las investigaciones previas que sugieren que el Internet no sólo está cambiando la forma en que vivimos y trabajamos, sino que está alterando nuestros cerebros y la memoria.
“Parece bastante claro que la memoria está cambiando”, dice Storm “¿Pero está cambiando para mejor? En este punto, no sabemos”, añade.
El neurocientífico Michael Merzenich ya lo advertía hace unos años en su popular TED Talk. Esto porque después de todo nuestro cerebro está diseñado para modificarse. “Está construido para el cambio. Todo es cuestión de cambio”, explica.
“Nuestro cerebro, cualquier cerebro, es un trabajo en proceso. Es ‘plástico’. Desde el día en que nacemos hasta el día en que morimos, continuamente se revisa y remodela, mejorando o empeorando, según el uso que le damos” dice Merzenich.
Sobre los cambios en el cerebro humano que está creando Internet, las opiniones en la comunidad científica son divididas. Hay quienes opinan que se trata de algo negativo, mientras que otros consideran que puede llegar a ser positivo. Algunos argumentan que al eliminar la necesidad de aprender fechas, nombres y hechos estamos dejando libres recursos cognitivos que podremos usar en cosas más importantes.
Por su parte, otros científicos como Nicholas Carr, autor de ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus), no es tan optimista. Al confiar en la Internet como un disco duro externo para nuestra memoria, estamos perdiendo la capacidad de transferir lo que escuchamos y leemos en una base diaria hacia nuestra memoria a largo plazo, algo Carr describe como “esencial para la creación del conocimiento y la sabiduría “.
“Decenas de estudios realizados por psicólogos, neurobiólogos y educadores apuntan a la misma conclusión: cuando entramos en línea, entramos en un entorno que promueve la lectura superficial, el pensamiento apresurado y distraído, y el aprendizaje superficial”, escribe Carr.
De los post-it a los iPhones
Faltan más investigaciones sobre las consecuencias del uso de Internet sobre el cerebro humano, pero tal vez el cambio que se ha evidenciado no sea tan significativo como podríamos pensar. Después de todo, señala el escritor de tecnología Clive Thompson, en realidad hemos estado externalizando nuestra memoria desde hace mucho tiempo.
“La humanidad siempre ha usado dispositivos que manejen los detalles por nosotros. Hemos almacenado mucho conocimiento en libros, en papel y notas de Post-It”.
Solo que en la actualidad los dispositivos que usamos son más sofisticados. “Puedes dejar de preocuparse de que su iPhone mude su memoria fuera de su cabeza. Ésta se mudó hace mucho tiempo”, dice Thompson.
Para Storm y el equipo de investigadores detrás del último estudio sobre el tema, podría no ser tan malo. “Al final yo soy bastante optimista. Creo que la Internet (y la tecnología en general) va a ampliar en gran medida las capacidades de la mente humana”.
¿Qué opinas de los cambios en el cerebro humano que está causando Google?
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