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No estamos hablando de manera figurada, en serio son, literalmente, bibliotecas humanas. Imagínate reemplazar libros por seres humanos, ¿cómo funcionaría esto? Se trata de una genial idea que ya se ha extendido por más de 50 países (Rumania, Islandia, Finlandia, Noruega, Italia, Holanda, Portugal, Bélgica, Chile, Brasil y muchas más), pero que empezó en la ONG Stop the Violence en la ciudad danesa de Copenhague en el 2000. Esto ocurrió dentro del Festival de Roskilde, uno de los festivales de música más conocidos de Europa.
Inicialmente el objetivo del proyecto fue acercar a las personas a conocer las historias de otras que frecuentemente son marginadas, ya sea por su condición económica, social o de apariencia. La iniciativa surgió a raíz de que Dinamarca estaba enfrentando la llegada de personas de distintas religiones, culturas y razas, lo cual provocaba cierto distanciamiento y hostilidad en la población. Con este proyecto se intentaba disminuir la discriminación, sobretodo en los jóvenes, y celebrar las diferencias.
Así que, queremos contarte cómo se participa en ellas y además, ¡cómo podrías convertirte en un organizador de una biblioteca humana en tu ciudad!
¿Cómo funcionan las bibliotecas humanas?
El procedimiento es sencillo y ¡tan enriquecedor! Solo se necesitan de personas que estén dispuestas a contar una historia -generalmente son de su vida personal-. Y, aunque está dirigido para las personas en condiciones de marginación cualquiera puede convertirse en un contador de historias. Una vez que se tienen a los relatores, hay otras personas que asisten al evento y les es asignado un contador de historias, cada uno tiene 30 minutos para escuchar al otro. Claro, no solo escuchar, también dialogar.
El punto es, no juzgar a un «libro» por su portada.
Cada persona tiene una historia que contar, no tiene que ser nada grandioso, el simple hecho de todos ser diferentes nos convierte en potenciales escritores. Aquí puedes leer unos cuantos libros/humanos.
La experiencia de visitar una biblioteca humana es sencillamente fascinante: poder escuchar a un desconocido contarnos algo que, quizás, ha querido contar por mucho tiempo. El solo hecho de escuchar beneficia a ambos, el relator y el espectador. Con este video pueden vivir la experiencia:
¿Qué te parecería que en tu ciudad hayan bibliotecas humanas?
¿Y si mejor la organizas tú mismo?
Portada: www.umass.edu