Un día de repente empezaste a sentir un retorcijón fuerte en la parte baja de tu estómago, antes de eso ya venías sintiendo unas molestias cuando comías algún dulce en la pastelería o carnes rojas por la noche. Finalmente cuando ya te tocó ir al doctor te diagnosticaron gastritis. Si bien muchos son los que tienen esta enfermedad, no deberías ignorarla. Por el contrario, más vale que te pongas a leer más consejos de salud acerca de ella.

Porque si solo estás buscando culpables, pues déjame decirte que eres tú nada más. El estrés, los malos hábitos alimenticios y el consumo excesivo de analgésicos suelen ser las razones más comunes. Por ello, tu estómago está muy resentido contigo, en palabras del doctor: Usted tiene una inflamación de la mucosa gástrica.

Alimentación – Gastritis: Qué está permitido y qué no

Cuando te diagnostican gastritis no puedes seguir tratando a tu estómago como lo has venido haciendo. Hay ciertos cambios que debes realizar de inmediato. Antes que nada, debes ponerte horarios rígidos para comer, recuerda que comer a deshoras es perjudicial para tu salud. Aquí un horario a seguir: en las mañanas debe ser de seis a nueve, el almuerzo de doce a dos y la merienda de cinco a siete. ¡Vamos con los alimentos!

Tu estómago lo aprueba:

Verduras como el aguacate, la zanahoria, la papa y el brócoli son muy recomendados. Eso sí, procura sacarles la cáscara aunque las hiervas. Las frutas (mientras no sean cítricas) le hacen bien a tu estómago, algunos ejemplos: la manzana, la chirimoya, la pera. Asimismo los huevos cocinados, pero no fritos, no causarán mayor trastorno. En cuanto a la proteína, lo mejor es alejarse de las carnes rojas y consumir más pescado y pollo; eso sí, evitando las frituras.

No debes decirle adiós a la deliciosa pasta o al arroz; así como a la leche, aunque deberás tomar solo la que sea descremada. La razón por la que estos alimentos no le hacen daño a tu estómago, es porque no producen mayores ácidos que causen gases o ardor.

Tu estómago no lo aprueba:

Olvídate para siempre -aunque de vez en cuando puedes pecar, pero bajo tu responsabilidad- de las carnes rojas y más aún de las salchichas que contienen tanta grasa. Además, el café, el té y el alcohol son extremadamente peligrosos para tu estómago. Los alimentos y bebidas muy frías o muy calientes te causarán ardor, así que procura evitarlos.

Lamentamos decirte que también tendrás que olvidarte de la pimienta, el vinagre, la mostaza, el ají y las frutas cítricas. Algunos alimentos que pueden comerse de manera moderada son: el ajo, chocolate, el tomate y la mantequilla. Mientras continúes con tu dieta, irás descubriendo alimentos que quizás también te hagan daño; tómalos en cuenta. Cada organismo es diferente, estos solo son algunos de los más frecuentes.

Recuerda que depende de ti tener a tu estómago feliz o enojado

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