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De seguro te ha pasado que un día, cansado de solo pasar en cama viendo películas y comiendo, decides ir a inscribirte al gimnasio que queda en la esquina de tu casa. Estás ansioso, así que te atreves a pasar por alto el primer día de prueba y pagas el mes completo porque vas a ir ¡hasta los sábados!
Eso es lo que pensabas hasta que llega el gran día. La noche anterior te duermes deseoso de los ejercicios, el sudor y de lo bien que te vas a ver cuando cumplas el mes. Pero… resulta que esa meta solo te duró la primera semana, el segundo lunes ya olvidaste el gimnasio.
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¿Por qué no vamos al gimnasio?
1. No has lavado la ropa
Empezar el gimnasio con solo 5 conjuntos no es muy buena idea. De seguro tienes cualquier pretexto para no lavar la ropa el fin de semana, llega el lunes y ya no puedes ir porque no tienes qué ponerte. Más vale que, antes de inscribirte, inviertas un poco de tu sueldo en comprar ropa cómoda.
No sabes lo que puedes encontrar detrás de toda la ropa amontonada
2. Comiste mucho
Comer la noche anterior a ir a hacer ejercicios, ¡jamás será buena idea! Es obvio que si te duermes con el estómago repleto, te costará muchísimo levantarte para ir al gimnasio.
Sí, es muy bueno… Pero no ayuda
3. Has trabajado mucho hoy
Esta es la peor excusa de todas. Si has trabajado mucho entonces debes estar sumamente estresado. El ejercicio es el mayor bien que le puedes hacer a tu cuerpo. ¡No hay excusas!
4. No comiste NADA
Aquí se juega con dos extremos: comer muchísimo o no comer nada. Dejar de comer no compensará en lo absoluto los días que no has ido al gimnasio. Lo que sí puede ser peligroso es no comer e ir a ejercitarse porque tu cuerpo no tendrá la gasolina que necesita para funcionar. Si no te alimentas bien, no solo no podrás ir al gimnasio, sino que no podrás hacer NADA. De todas, esta es la única excusa válida para no ir al gimnasio.
Solo una papa, nada más
5. Amas procrastinar
Quedarte viendo una película y devorando un bol de canguil es mucho más rico que ir a trotar en la caminadora del gimnasio, lo sabemos. Y sabemos también que procrastinar es lo más lindo de la vida. Pero no tires por la ventana tu dinero, ¡levanta tu trasero y anda al gimnasio! Procrastinar es la última razón por la que simplemente no vas al gimnasio.
Dile que sí a todo, podría ser divertido…
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