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Los trastornos alimenticios afectan terriblemente la salud de una persona; por hoy te mostramos formas de evitar trastornos alimenticios desde que son niños. Pon mucha atención.
¿Qué son los trastornos alimenticios?
Los desórdenes o trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades psiquiátricas graves que ponen en riesgo la vida de la persona afectada. Un trastorno alimenticio se caracteriza por anomalías en los hábitos alimentarios que pueden implicar tanto la ingesta de alimentos insuficiente o excesiva, afectando a la salud física y emocional de un individuo. Estos síndromes están caracterizados por la preocupación exagerado por la imagen corporal o el peso.
Estos síndromes están caracterizados por la preocupación exagerada por la imagen corporal o el peso.
Los trastornos alimenticios más conocidos son la bulimia y anorexia. La bulimia hace que la persona coma excesivamente para luego vomitar lo ingerido; mientras que alguien con anorexia evita comer, así su cuerpo se lo pida. Cerca de 70 millones de personas sufren de un trastorno alimenticio en el mundo.
Afecta especialmente a mujeres
Según el manual de Psiquiatría DSM-IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), una de cada cinco mujeres sufre de un desorden alimenticio que clasifica como enfermedad mental o de alguna forma de alimentación desordenada. Estas patologías son cada vez más frecuentes, especialmente en jóvenes de entre los 12 y los 24 años; además es la tercera enfermedad crónica con más prevalencia entre la población juvenil femenina.
Prevenir desde la niñez
Lo mejor es estar siempre con los ojos abiertos, pues hay síndromes que se «camuflan» como malos hábitos alimenticios en la niñez, como por ejemplo Arfid. Si detectas alguna anomalía en la forma de comer de tu hijo, ponte en manos de especialistas para seguir un tratamiento adecuado.
Formas de evitar trastornos alimenticios
Los expertos recomiendan tomar ciertas medidas:
- Enseñar la importancia de seguir unos hábitos saludables: establecer horarios de comida regulares, repartir la comida en cuatro o cinco tomas al día, evitar saltarse las comidas y no picotear entre horas. Es recomendable que los padres sean capaces de controlar dos comidas de sus hijos al día.
- La dieta debe ser sana, equilibrada y variada que incluya todos los alimentos necesarios, con limitación de dulces y postres industriales y comida rápida. Es fundamental ofrecer verduras y frutas de forma variada.
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- Los trastornos de alimentación nacen de problemas psicológicos, por lo que es esencial que desde casa se cuide muchísimo la autoestima de los hijos. Deja que tus hijos descubran sus capacidades y sus limitaciones, las acepten y aprendan a sentirse bien.
- Los mensajes sobre estética, cánones de belleza y alimentación (como dietas milagrosas y productos dietéticos) que lanzan algunos medios de comunicación y la publicidad afectan el autoestima de nuestros hijos, por lo que es importante ayudarlos a saber discernir que la realidad de un mundo creado por los medios y la publicidad no es la realidad de todos.
- Mantener una buena comunicación dentro del ámbito familiar, para que el niño se sienta seguro y, de esta manera, sea capaz de buscar opinión y la ayuda de su propia familia cuando se enfrente a situaciones que le resulten difíciles o estresantes.
- Una de las mejores formas de evitar trastornos alimenticios es adoptar y mantener unos hábitos saludables en otros aspectos como la constancia en la práctica de actividad física y en el número de horas de sueño.
Todo ello ayuda a llevar una vida saludable, tanto físicamente como psicológicamente.
FUENTE: BBC MUNDO SALUD