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Leira Araújo es una poeta guayaquileña que acaba de entrar al ruedo, conoce más de su obra en esta entrevista original de La Última Matrioska.
Leira Araújo es una poeta guayaquileña nacida en 1990, recientemente publicó su primer poemario: Caníbales. Esta primera edición la realizó bajo el nombre de Cadáver Exquisito Ediciones el pasado febrero. Leira es escritora y actriz, el año pasado ganó una mención de honor en la segunda edición del festival Desembarco Poético. Aunque Caníbales es su primer trabajo en solitario, ella ya ha aparecido en antologías como: R.E.M, de Dadaif Cartonera (Guayaquil) y Del Ahogado El Sombrero (Cali), y Los Desenchufados y Pandemonio, de Camareta Cartonera (Guayaquil). Conversamos con ella para saber un poco más sobre su quehacer como escritora.
1. ¿Cuándo te diste cuenta que querías ser escritora?
Escribo desde los 12 años, netamente poesía. Sabía que lo mío era el arte pero me costaba mucho elegir: durante diez años practiqué ballet y actúo desde los 16 años. Cuando entré en la universidad escribí ficción y la prosa ganaba terreno a la poesía, por eso, y como trabajé como guionista, nunca pensé que sería poeta, simplemente lo veía como algo natural, es más, juraba que si me convertiría en escritora, mi primer libro sería una novela. No fue para nada así.
2. ¿Qué es para ti la poesía? ¿Cuál crees que es su importancia?
Creo que la poesía es un leit motiv. No es algo definible, no es algo inmóvil; es orgánica, es visceral pero lúcida, es inevitable. Creo que es importante justamente cuando nos descoloca, cuando nos golpea y nos persuade tanto su ritmo como las imágenes que se evocan.
3.Tu primer libro fue un poemario. ¿Es la poesía el género que más te gusta escribir?
Es lo que se me da con naturalidad. La prosa requiere continuidad y mi atención está en muchos lugares e imágenes a la vez. Todo me apasiona y eso puede ser un gran problema, así que dejo que el género me gane y no a la inversa, no decidir: «esto haré», sino dejar que salga el texto con la forma y el fondo que éste desee.
4. ¿Cuánto tiempo te tomó escribir y editar tu poemario?
Tal vez escribirlo me tomó tres meses, pero el proceso de recopilarlo fue mucho más largo: cinco meses de elegir textos, tachar otros, eliminar y añadir. Nada está puesto al azar.