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Divorcio, palabra temida. O por lo menos esa es la apreciación que nos han enseñado, que el matrimonio es la realización del amor y nada debiera terminarlo. Y es muy lindo cuando uno ve parejas que llevan años súper bien. Pero, también hay parejas que simplemente ya no encuentran una motivación para permanecer juntos y la tensión entre ellos es tremenda. El divorcio se convierte así en la oportunidad de comenzar de nuevo. Suena como que vendría bien una fiesta de divorcio.
No es sencillo tomarlo con tanta frescura, porque muchos creen que le están fallando a Dios, a su familia, que han fracasado (como hombre o mujer) o les aterra la sensación de ser dejado. Tampoco faltan quienes piensan que su pareja les pertenece y que no debiera haber posibilidad alguna de que sea feliz con alguien más (y menos si uno no encuentra un nuevo amor antes). Bueno, no todos piensan así. Fue el caso de Jeff Becerra y Michelle Mahoney, quienes luego de 24 años de casados se dieron cuenta de que ya no están enamorados y antes de entrar en una etapa de odio y tedio, prefirieron permanecer siendo amigos por separado. Además, dada su fama de buenos anfitriones de fiestas, creyeron que dar una gran celebración por su divorcio, sería lo más apropiado.
My parents' divorce became official today so they had a divorce party pic.twitter.com/NLbJjsWp8b
— emma (@_emmabecerra) December 18, 2016
Su hija de 18 años lo publicó en redes y tuvo mucha aceptación de parte de la gente. Son cosas que todos disfrutan ver, pero que no quieren que les pase a ellos, o quizá sí. Lo podemos ver en la reacción de los transeúntes en este video de Whatever, donde un hombre sale a pasear con su carro al estilo recién casados, pero el mensaje es en realidad Just Divorced (recién divorciado).
En el caso de Becerra y Mahoney, ellos planearon la fiesta juntos durante dos meses como un modo de «suavizar un poco de la incomodidad de la situación» y que sus amigos vean que no tienen que elegir entre uno o la otra luego del divorcio, y que no hay disgusto.
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En general la gente reaccionó con sorpresa, dijo Michelle al diario británico The Daily Mail. «Diría que quizá el 70% se mostró comprensivo y alguna gente no vino porque se sentía incómoda. No sé si por la santidad del matrimonio o por sus propios matrimonios».
«No celebramos el hecho de habernos divorciado, sino la manera en que lo hicimos (…) mantener la amistad que tenemos y mantenernos como una familia tanto como podamos».
– Jeff Becerra
Fiesta de divorcio, un negocio lucrativo
En Estados Unidos, más de la mitad de las bodas terminan en divorcio. Cuando Wendy Lewis terminó su matrimonio en el 2012, no pensó que sus deseos de olvidar la mala relación, luego se transformaría en un lucrativo negocio para ella.
Ese día lo único que ella quiso hacer fue destrozar su vestido de boda con una ametralladora. Consiguió hacerlo en un campo de tiro y esos disparos catárticos terminarían transformándose en «The Divorce Party Planner» (Organizadora de fiestas de divorcios). Ella ayuda a muchas personas a ritualizar la ruptura con actividades que hacen sentir a la gente que están virando la página. Muchas de las actividades incluyen idas a las discotecas, restaurantes, campos de golf, espectáculos de striptease, saltos en paracaídas, etc.
Son empresas que poco a poco van normalizándose en todo el mundo En Holanda, por ejemplo, hay una que junta a parejas que se van a divorciar en el que llaman Hotel de Divorcios un fin de semana. Por alrededor de US$5.000 las parejas que se van a divorciar se registran en el hotel un viernes, un abogado funge de mediador durante el fin de semana, y el domingo se van, divorciados. Dicen que usualmente en buenos términos y satisfechos por el divorcio, además de descorchar un champán.
En Japón también se están popularizando las ceremonias de divorcio. Las parejas adquieren un paquete de a partir de 700 dólares. Esto suele incluir comida buffet, “vestido de divorcio” y otros items.
En la fiesta suele hacerse un ritual que tiene su climax en el momento en que se rompen las alianzas matrimoniales. A veces ese momento hace que las parejas quieran conversar para replantearse su relación.
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